lunes, julio 30, 2018

Relato Aislado

Hay algunos días en los que quisiera estar en medio de un bosque de nube espesa. En una montaña muy alejada de la civilización. En un rincón más cercano al cielo que al smog. Posiblemente escapar del mundo y es que me he marginado a vivir encerrada sin saber nada del exterior. Dejé que el mundo siguiera su curso mientras yo me imaginaba en otros lugares que no fueran mi cama mientras abrazo la almohada, cerrando los ojos para que nada de lo que me acompañe logre distraerme. 
Sueño despierta constantemente y luego analizo sentada si desearía estar haciendo otras cosas mientras los demás salen a comerse el mundo. No sé si ellos se comen al mundo o el mundo a ellos. 
Pensaba que cada vez que mi madre me decía que cuando yo me la pasaba encerrada en mi mundo, el mundo real seguía girando en tanto yo permanecía viendo ese mundo girar. Y tal vez era cierto. Hasta la fecha no me ha importado si el mundo gira o deja de hacerlo, me siento más segura dentro de todo lo que pienso. 
Llega a molestarme esa revolución de muchas cosas que terminan en nada. El silencio envuelto en muchas palabras dichas y en silencios que dicen todo. Me he dado por vencida en cambiar mi entorno y en cambiarme a mí, en lo que hago siempre y  siempre que lo hago, ha cambiado. 
Supongo que tengo la sensación de ser la misma persona y me siento más atada a esa niña que, todas las tardes, imaginaba sentada en la rama de un árbol en el patio trasero, una vida tan sencilla como decir "sí" a cada juego con los amigos vecinos. Y ahora es tan complicado hablar como adulta, todo lo que sea mientras no suene a problema. En algún punto del camino, a kilómetros de distancia puedo verme extendiéndome la mano en mi vejez, que aunque no está cerca, feliz me espera, cuando sea el momento. 
Es cierto, a nadie le gustan los problemas pero entre más uno vomita el veneno que lleva dentro, más liviana se vuelve la carga. Y lo digo, en nombre de todos esos nudos en la garganta que me aseguré de no deshacer y en aquellos que deshice tan fácil que, no me daba cuenta que los soltaba a la persona equivocada. 

Y aquí está otra vez, la niña sentada en la rama de un árbol a medianoche, con una taza de café en aquel patio que jamás volvió a ver. 

viernes, julio 27, 2018

En las vías del metro, pensé...

Recuerdo cuando estaba presentándome en San Cristóbal de las Casas, preparando uno de los relatos que leería en voz alta. Si bien, es cierto que no me gusta estar frente al público. Me congelo. Tendría que pasar por esa vivencia y saber si era lo que realmente estaba dispuesta a hacer por seguir el apasionado camino de la escritura, definitivamente, me siento más cómoda en las sombras. Escribiendo. No le pido a los astros que algún día alguien me mencione porque leyó algo que escribí, todo el conocimiento va en espiral y para el momento en que eso pase, todo lo que haya escrito podría no encajar. 
Volviendo al punto, recuerdo que la primera línea decía lo siguiente: el mundo no merece segundas oportunidades; sinceramente estaba muy dolida con la vida, dolida con Dios (porque de alguna manera creo en él y todos somos libres de creer o no), estaba dolida con mis familiares y con la muerte. 
Algo tan simple como subirte al transporte público y ver cómo todos se desgracian de alguna manera, por un asiento o por el espacio personal que apenas existe en el metro de la ciudad, te pone a pensar: realmente estamos jodidos. 
Me preparé mentalmente para llegar a la conclusión de que pago $5.00 (MXN) para que me lleven de un punto a otro, pedir espacio o que me aseguren un asiento en mi trayecto, a estas alturas, es añadidura. Mi día no se resume en un asiento. 
Estamos compitiendo por las cosas equivocadas. Por algo como un pedazo de metal y no por una aclaración de cuentas políticas-económicas llegando a sociales. 
Ahí fue cuando entendí que estaría muy lejos de cambiar el mundo, porque aún sin vivir en este caos, sabía exactamente lo que el mundo necesitaba, un final, lo había escrito años atrás, en el 2014. 
Podrán matarse los unos a los otros, irse y regresar, competir por lo más burdo pero, nunca entenderán su existencia... y recorre esta duda por mi cabeza ¿De verdad, venimos en vano al mundo? Que somos mayoría, ¿para qué? Un juego de ajedrez muy mal planteado para nosotros pero muy bien jugado por los que nos mueven. ¿Quién está ganando? Porque nosotros sí que vamos perdiendo. De verdad, ¿vine al mundo para quejarme? ¿Vine a pelear con todos por lograr algo mejor, en un granito, algo muy pequeño, tan insignificante? ¿Realmente remuerde conciencias y toca corazones?¿Lo entenderá así la siguiente generación? Qué pasará cuando sepa que es una pieza más en un juego universal donde el daño está más que hecho, gastando lo que queda hasta que podamos morir, hasta que todo este mundo se acabe, esperando el final.

viernes, julio 20, 2018

20/07/2018

Estaba pensando profundamente, el día de hoy ha sido un continuo pensamiento que lleva a otro y este otro al que sigue. No significa que esté mal, no significa más que el análisis de una misma, de uno mismo. Del ente. De un tema pasaba a otro y en el orden de mis aclaraciones, pocas cosas me preocupan. Culmino una etapa y empiezo otra. Todo resulta tan cíclico. Podría ser en espiral, realmente lo es...
De todas las cosas que he pensado desde que estoy en esta ciudad, haciendo un recuento de todo lo que hice, sentí, pensé y viví... Podría parecerme por seguro que muchas cosas malas que me sucedieron han valido la pena, muchas cosas buenas fueron mi resurrección. Las decisiones que he tomado y las personas que han participado en ello, debían estar ahí en un lapso corto o largo. 
Parte de lo que soy, una historia con participación secundaria en otras. Un escenario lúgubre, uno al aire libre. Silencio y escándalo. Felicidad efímera, angustia sinónimo de crucifixión. 
Analizo mi existencia en este mundo y me pregunto si lo que parece bueno es correcto y lo que parece malo, es incorrecto. Que muchas veces me encuentro opinando diferente a la mayoría y que otras, no puedo ser imparcial. 
Empatía, una maldición. Justicia, una virtud (¿?). 
Sucede que, tanta realidad me hace sentir menos compasión con la gente y más con los animales. Se crean leyes para protegernos de nosotros mismos, porque por naturaleza somos desconfiados. 
Humanamente hablando, me pregunto qué es una necesidad en la actualidad. Mucho de ahora se convierte en una necesidad... Un día se necesita una cosa y al otro, una muy diferente. Se necesitan muchas cosas al mismo tiempo. La guerra y la paz. Pero, ¿qué sucede cuando una persona se despierta sin la necesidad de... nada? 
Cuando se independiza del mundo, de todos. 
Tuve pensamientos muy variados el día de hoy y ayer...

miércoles, julio 11, 2018

Inmunidad

Nadie piensa en lastimarse a sí mismo cuando piensa en otra persona pero, termina cediendo a los efectos colaterales de la no correspondencia. Nadie entiende si está bien o mal, porque todo lo que importa, es lo que se está sintiendo. 
Deseando que todo sea para bien y el universo conspire a favor, mantenemos la esperanza de que todo será como debe de ir, o, se sueña cómo quisiéramos que fuera. 
Lidiar con cuatro paredes, una cama y el techo. Esa mente que nunca deja crear escenarios, todos bonitos, algunos dramáticos y otros con finales felices. La historia nunca termina porque no logramos ver el final, y en vez de cerrar el libro, se escribe un nuevo comienzo.
Nadie piensa en lastimarse a sí mismo pero, muchos se dejan arrastrar por el rechazo. La dignidad corrompida por la arrogancia y el autoestima castigado por el orgullo. Cuando uno se desnuda con quien no le corresponde. La vergüenza le persigue a una y la pena se disfraza con indiferencia. "Hacer que nada pasó". Que duele más...
Estoy escribiendo y mientras lo hago, siento un vacío en el estómago. Estoy segura de que no es hambre. Ya lo he sentido en otros años, no estoy orgullosa ni feliz de lo que siento. Me preocupa y sé que debo ponerle manos al asunto, que no se me escape. Que no fluya, que no se escape de mis ojos, de mis palabras y que no me nuble el pensamiento. 
Las personas sensatas preferimos callar. Es tan difícil. Fríos nos llaman y somos los últimos a los que vienen a abrazar. Sin embargo, nos llaman pilares y cuando nosotros tambaleamos, el mundo ni siquiera se da cuenta. Somos humanos en secreto, porque se supone que ya perdimos humanidad y yo digo, más bien, ya perdimos inmunidad cuando aquello llamado "amor" nos viene a visitar. 

domingo, julio 08, 2018

El Clon (07/03/2014)

Hice un clon de ti.
En mi inocencia me enamoré de ti; en mi falta de correspondencia me pregunté por qué habías sido tú, precisamente...
Nunca encontré respuesta y en vez de olvidarte, me puse a imaginar una vida ficticia contigo y al final, me enamoré del que había creado gracias a ti.
Parece perfecto pero, no lo es. Tiene todo y a veces, nada. Es un poco más valiente que tú y suelo pelear con él. Nunca nos ponemos de acuerdo. Aún así, estoy dispuesta a vivir con él. 
Hice una fantasía con la expectativa de una persona que no existe y aunque es intangible, me toca el corazón de una manera ardiente; es el fuego de mis pensamientos, la gloriosa calma entre mis tempestades, el punto exacto entre la complicidad y el deseo. La utopía deforme sobre dos personas y, más que un sentimiento es una dicha. Tengo el sueño del presente y un amor que se queda para siempre...
Y a pesar de que las palabras salieron muy tarde de la barrera del orgullo, para nosotros, aún tienen valor.
Me enamoré de lo que hice de ti y no de quién eres realmente. Me consolé con eso y he sido tan feliz, que, ahora que te veo no siento nada. Ahora que me hablas no se me estruje el corazón; ahora que me tocas, mi respiración no se agita; ni mis labios planean buscar los tuyos. 
Eres exactamente igual a él pero, hace mucho tiempo que le pertenezco. 

domingo, julio 01, 2018

Elecciones en México 2018

Ganó Andrés Manuel López Obrador. 

Llevo 18 años viviendo en México. A mi llegada a finales de 1999, todavía gobernaba Ernesto Zedillo y poco entendía en aquel entonces de política. Mis tíos me regalaron 23 nuevos pesos, que eran monedas y que yo veía como centavos. Ignorancia a los 10 años. No entendía la inflación, ni la crisis, ni por qué cambiaron a las monedas, ni que había pasado con el billete de 10 pesos. Sin embargo, con el paso de los años, entendí quiénes gobernaban y cómo gobernaban. Me tocó la victoria de Fox Quesada, la de Felipe Calderón y la EPN. Entender el trasfondo del PRI, Tlatelolco en el 68, Acteal, el EZLN,  el TLC con Carlos Salinas de Gortari y muchas, muchas otras cosas más. 

Hoy, 1 de julio de 2018, gana la presidencia por un 49% de votos a favor, Andrés Manuel López Obrador. No soy mexicana pero sí lo fuera ( con naturalización) hubiera dado mi voto por él ¿Por qué? Porque ya viví con el PRI, con el PAN y otra vez el PRI y con el paso del tiempo, las oportunidades se han vuelto escasas, el descaro es más cínico y la corrupción se vive en todos lados. Llevo 3 presidencias vividas y en la última, pude ser más consciente de los daños que ha provocado un partido que ha hecho circo, maroma y teatro para mantenerse en el poder. 

Las cifras no mienten. Los hechos no mienten. Son 53 millones de mexicanos pobres y se jactan de tener el mejor servicio de salud ¿Alguno de ellos han ido, alguna vez en sus vidas, a un IMSS, un seguro popular o a un hospital general? ¡Claro que no! Porque del mismo erario público obtienen servicios médicos de gastos mayores en donde no se deben preocupar ni por una vil pastilla de paracetamol. Si algún político tuviera cáncer jamás recibiría agua destilada por quimioterapia. No tendrían que preocuparse por conseguir dinero para una operación de vesícula, tratamiento para diabetes o hipertensión.

Muchos, decidieron el destino de su país votando por un partido diferente, un político que nunca se rindió para poder llegar a la silla presidencial. Y es cierto, todos los políticos tienen cola que les pisen, sólo que es muy fácil jactarse de que uno es más corrupto que el otro porque ningún ciudadano sufre el escrutinio diario de la prensa por las cosas que hace debajo del agua y la justificación es "es que no le hago daño a nadie/ los políticos roban más". Los seres humanos no somos confiables por naturaleza así que, no le pidan peras al olmo. 

Hay mucho más que hacer como ciudadano, como  hoy, para que un país salga adelante. No es un trabajo de una sola persona. Es parte de una cultura y con toda la información que existe a la mano, acciones, la propia conciencia de lo que es correcto  y que no, un país puede cambiar para bien. 

Andrés Manuel no va a cambiar un país dañado en 6 años pero, es el primer paso para que eso logre suceder. 

Así que a todos esos aguafiestas que esperan el día de mañana despertar en una "nueva Venezuela", donde seguramente van a ir a hacer fila en un banco de alimentos por su ración semanal mientras lo publican por medio de su smartphone, en facebook o twitter, no puedo entender cómo pueden ser tan llorones y pesimistas por un cambio que apenas comienza, cuando le dieron más de 70 años de oportunidades a partidos que nunca les darán nada que después  no puedan cobrar. 

Y si quieren entender más, les recomiendo "Los Parásitos del Poder" y "La Silla del Águila". 

"Siempre dicen que el tiempo cambia las cosas, pero de hecho tienes que cambiarlas tú mismo" (Andy Warhol)