domingo, diciembre 31, 2017

¡Feliz Año Nuevo!

Para todos los que me leen y para mí:

Les quiero agradecer a las pocas personas o a los valientes que me leen cada vez que publico algo. A veces puedo ser muy intensa o muy sosa tratando de explicar mis ideas y sentimientos. Posiblemente a más de alguno aburrí y tal vez, con alguno me pude entender aunque no me lo escriba. 

Gracias a todos ustedes, por darme un poco de su tiempo y leer a este intento de escritora que pretende mejorar día con día. Gracias por las lecturas de este año y les agradezco de antemano, leerme en este año que viene. 

Escribo para ustedes y para mí. 

¡Feliz Año Nuevo! 

sábado, diciembre 30, 2017

Propósitos

Los propósitos de este año no son tan diferentes que el año pasado... o el anterior... o el que le sigue. 
Al menos, antes de terminar el año ya me levanto más temprano. Me olvido del teléfono. No intensifico mis emociones en situaciones tan efímeras y permanezco más tiempo callada que diciendo estupideces. 
Creo que será perfecto no proponerme nada que no vaya a cumplir en este año que viene. 
El 2017, fue un año lleno de altibajos, todos más bajos que altos. Con muchas complicaciones en todos los ámbitos. Y siento que me endurezco con el pasar de los años, porque es muy difícil confiar en las personas o saber en quiénes hacerlo. Gracias a eso, puedo notar cuando debo alejarme de una persona o no.
Cuando debo realizar cambios y cuando son por mi y por otras personas. En lo último, lo más sano y seguro es que las opiniones resbalen...
A este punto de mi vida, no creo tener tiempo para lo que los demás piensen de mi o que me afecten sus decisiones. Se quedará quién se quiera quedar, vendrá quién quiera hacerlo y se irá quién se tenga que ir. 
No seré exigente conmigo misma si no tengo ese propósito. Las prioridades siguen siendo las mismas pero con más disciplina. 
 



viernes, diciembre 29, 2017

El último viernes del año

Llevo 2 semanas con mi familia, en una ciudad recóndita al sureste del país, a unos kilómetros de la frontera con Guatemala. Estamos en la costa y por ende, el clima es caluroso y húmedo. 
Cada vez que me subo al avión camino hacia este lugar, me preparo mentalmente para la ráfaga de viento de bienvenida que parece que me arranca la piel. Sigo caminando mientras inhalo y exhalo, pensando que en unos días me acostumbraré a lo que antes había soportado tan relajadamente, cuando crecía y que dejé de añorar porque soy más fan del frío que del calor. Pero, ahí está mi familia esperando del otro lado de la sala y todo comienza a mejorar. 
Dejo atrás lo que traía cargando desde la ciudad más fría y loca. Dejo mis pensamientos, mi cansancio y mis malas vibras. Lo que no dejé atrás fue mi enfermedad, ella se aferró a mi cuerpo hasta que tuve que amanecer en un hospital. Se fue llevándose 6 kilos de mi persona y me dejó, una lista de 10 medicamentos, una pila de almohadas por la noche y una terapia sonsa. Me siento como drogodependiente, de esas que con cada pastilla tiene el efecto placebo y ni siquiera sabe qué medicamento sirve para qué. 
He hecho NADA. Las redes sociales se vuelven tan aburridas, las conversaciones me parecen forzadas y me parece conveniente, a veces hasta mejor, que nadie sepa de mi. Solo mi familia, mis gatos, mi casa y el calor que me abruma en estas vacaciones. Se siente un efecto liberador. Pacífico. Utópico e imperfecto volver a las raíces que una vez me vieron crecer para luego volver al caos al que decidí pertenecer en el frío constante de una ciudad que nunca duerme.       


domingo, noviembre 26, 2017

Hastío

He pasado meses sin escribir nada y la verdad, ha sido más pereza por todas las cosas a mi alrededor y estoy llegando a un punto en el que no me siento sana espiritual, ni emocional y mucho menos mentalmente. Llego a pesar que pronto seré una persona muy dañina con los demás y en vez de ser de ayuda, seré una lanza lista para atacar a cualquiera. 
No quiero lastimar a nadie por estar harta de escuchar más problemas que esperanzas. He pensado y siento que quiero ser la protagonista de todo. Que las cosas buenas que le pasan a los demás no se las merecen y que no debo confiar en nadie. Que ya no soy soporte y que estoy cansada de lidiar con todo lo que me cuentan todos.
Siento que ya no soy de confianza y me siento como una víbora, esperando algún error ajeno para criticarlo y juzgarlo. 
No quiero sentirme de esta manera porque no soy así y no es que sea una santa. pero tengo valores que temo, voy perdiendo por la gente, el ambiente, por la desconfianza y porque llegué a mi límite. Estoy más a la defensiva.
Estoy tratando de ayudar a personas que no están listas para tomar decisiones en sus propias vidas y lo peor, es que no entiendo que no debo presionarlos. Tengo estos sentimientos de querer decirles qué hacer y eso no está dentro del cúmulo de cosas que una amiga debe hacer. No es mi decisión. Puedo dar un consejo, puedo tener razón y a la vez, no. 
No he dado tiempo de lidiar conmigo por estar pendiente de otros. Me convierto en una sombra de quién llegué a ser cuando vine a esta ciudad y no quiero que me devore. 
No quiero tener la misma actitud de hastío, conformidad y mucho menos ser arrogante. 
No quiero caer en depresión y pretender que todo está bien. No quiero evadirme y perderme en cosas que no valen la pena. Si sigo a la manada, seré una más que perdió el camino y no sabré regresar. 
Si me hundo en ese fango sin saber quién soy, ya no podré regresar.

domingo, octubre 29, 2017

Tampoco nosotros

"No, no me volverás a romper, no otra vez"- Se le quebraba la voz mientras decía esto con impotencia. Él le acababa de decir que lo esperara 2 años para estar con ella. - "Te esperé 6 años y no lo haré más. Tu hiciste tu vida mientras yo me aguantaba todo, celebré contigo mientras me hacías a un lado y eso, jamás volverá a pasar". Dio media vuelta y salió a paso apresurado por el pasillo, mientras el bibliotecario la veía pasar perturbada. Recuerda que intercambiaron miradas pero en ese momento, no podía pensar en más. 

Cruzó media escuela hasta llegar al estacionamiento. Se sentó en la banqueta mientras lloraba por esa "yo" del pasado que dejó medio corazón deshecho por esperar promesas vacías. Cuántas veces se dijo así misma que no volvería a caer. Y pasaron 3 años más para lograr que todo eso que alguna vez sintió, no le causara tanto mal. Se dejó llevar por esos pensamientos que la transportaron hacia el lugar aquel, donde se besaron tantas veces, siendo tan joven. No volverá a tener 19 años otra vez, no creería esta vez. 

Frente a ella apareció una mano sosteniendo un vaso desechable con café y escuchó decir: ¿Café? - Cuando levantó la vista hacia su izquierda, estaba en cuclillas, el bibliotecario que no apartó el café de ella. Lo vio sorprendida hasta recuperó la cordura, tomó el café y lo agradeció. Nunca apartó la vista de él. Él dijo: "se va a enfriar". Ella reaccionó y tomó un sorbo. "¿Qué haces aquí?". Preguntó. 
Él dijo: "compartiendo café con alguien que llora amargamente". Ella quedó en silencio un momento. "Tal vez quieras hablar". Él no había apartado la vista de ella y esperaba pacientemente que le dijera lo que fuera. "Es solo... un amigo. De esos que al final de cuentas, no lo son porque fueron algo más". Él no habló. "Esperé 6 años de mi vida por alguien que no podía, o mejor dicho, no quería ofrecerme nada. Y siempre me quedé ahí, porque sabía que algo pasaba entre nosotros. Fui muy estúpida. Tardé mucho tiempo en reconocer que, ya había decidido darle a otra lo que yo siempre esperé... Y tardé 3 años más para dejar en paz todo eso". Él se acomodó en su lugar y dijo: "¿Por qué te perturba ahora?". Ella lo vio a los ojos y le contestó: "Porque no puede venir ahora a pedirme más tiempo. Ahora que está casado y tiene hijos. Ahora que ya pasaron 9 años y que por una vez en mi vida me siento libre, le di demasiado tiempo y esperé a que me dijera algo para permanecer con él". Él no supo que decirle. "¿Cómo voy a pasar por alto todo lo que viví y dejé de vivir?", ella replicó. 
Él le dio un último sorbo a su café y dijo: "Algunos somos orgullosos, además, tu eres de las que parecen una roca. Independientes, les llaman. Mujeres que no se dejan dominar y cualquier halago parece vulgar, nunca se quiebran". Ella replicó: "¿Y está mal? Que una sea independiente no significa que deje de ser humana. Me puedo desvanecer también. Cuando realmente se quiere, el orgullo queda en segundo plano". 
Él dijo: "Entonces, sal conmigo en una cita".
Ella rió y preguntó: "¿en serio saldrías en una cita con alguien que se la ha pasado llorando por otro?
Él respondió muy tranquilamente: "Si no lo digo, sería como él. Además, solo te lo preguntaré esta vez porque tengo mi orgullo". 
Ella se quedó pensando y dijo: "Si digo que no..."
Él la interrumpió: "no volverás a saber de mi, jamás"
Ella lo vio a los ojos y le respondió: "¿Cuándo, dónde y a qué hora?"
Él sonrió y dijo: "El orgullo mata la indecisión"
Ella sonrió al escuchar eso y dijo: "No, es la curiosidad de saber si eres tan orgulloso como dices... Ponerme entre la espada y la pared no siempre te va a funcionar". 
Él dijo: "Eso no es verdad,"
Ella finalizó: "Tampoco nosotros". La imagen del bibliotecario se desvaneció a su lado. 

Ella estaba sentada llorando amargamente en la banqueta, imaginando escenarios felices mientras susurraba "Tampoco nosotros seremos". 




sábado, octubre 07, 2017

Inserte aquí el nombre de su ex

Inserte aquí el nombre de su ex:

Si estás leyendo esto, seguramente fue porque tuviste la iniciativa de hablar conmigo y porque te he devuelto la única carta que me escribiste durante nuestro lapso juntos, porque decir que fue una relación sólo fue oficial para familiares y amigos, tal vez, facebook. Te entregué esa carta en la que hablas de tu ex. En fin, lo que escribo ahora no es para decirte lo que pienso, lo cual ya te lo he mensajeado, hablado y hasta gritado. Y no, no es para decirte de manera poética cómo han sido mis días sin ti. Creo que le he encontrado una mejor razón a todo esto.

No te culpo por los sentimientos que tengas con tu amiga, más bien, novia. Te culpo por no haberlo hecho antes. Por llevarme a una primera cita, por haber intentado llamar mi atención y haberla conseguido. Por hacerme confiar en ti y por hacerme perder el tiempo hasta llegar a amarte. Tienes la culpa de no haberla buscado antes y llevarla a una primera cita y no haberla hecho perder su tiempo amándote desde hace mucho tiempo atrás. 

Quiero agradecerte las lecciones que me dejaste, habían muchas cosas sobre mí que no había notado y que no hubiera podido hacerlo gracias a ti.  

Me hiciste ver que realmente soy una mala apuesta pero, tú ni siquiera eres redituable. Eres una pérdida total. Que soy una enojona y que peleo por lo que quiero y si no lo hiciera, no estaría en donde estoy. Que yo tuve la culpa por haber terminado, sí, pero gracias a eso puedo ver que estaba con el hombre equivocado. Me hiciste ver que puedo ver más allá de todo lo material y fijarme en la persona, tal cual. No cualquier mujer, una como yo, se fija en la persona sino en lo que tienes. Me di cuenta que tengo un corazón sano y vacío de prejuicios. Que puedo amar con todas las manías que un hombre pueda tener y que soy buena novia, porque cuando quiero y amo de verdad, entrego todo y soy capaz de dar hasta las llaves de mi casa. Que no importa cuántos nervios tenga, siempre querré ser digna de conocer a los padres de mi novio. Que merezco un hombre que me ame al cien por ciento y no me vea como tabla de salvación, porque la que él quiere no está disponible. Que tengo la mejor compañía aún estando sola y soy yo misma, porque no me da miedo quedarme sola un tiempo. Así me reconozco y puedo ofrecer lo mejor de mí. Que aunque te fuiste, la vida me preparó con los mejores amigos y la mejor familia y sé que nunca me dejarán sola.
Que no necesito la aprobación de un hombre y que si le duele tanto tener una opinión de mí, entonces no puede ser parte de mi vida.

Ésto, en teoría, es un resumen de los 8 meses en tu gran mentira y aunque fue bonito para mi, sigue siendo una vil mentira. Sé que soy fuerte, que podré con esto y mucho más. Tú eres un eslabón que tenía que cruzar. Mientras tanto, espero que tu verdadera relación valga todo lo que he sufrido hasta ahora y que las dichosas lágrimas que derramaste frente a mí y por el teléfono, realmente las sientas, algún día. 
Espero que cuando vuelvas a decir "te amo" sea real.

Debo agradecerte el no haber intentado salvar nuestra aventura de ocho meses, por que así estoy a una persona menos de conocer a quien sí vale la pena. 


*Inserte su nombre aquí*  

sábado, septiembre 30, 2017

Sismo 19 de septiembre

Cuántos días han pasado en los que me he ausentado hasta de mi propia vida. Un día estás sentada frente a tu computadora haciendo tarea y en segundos estás rogando por llegar a la salida. Escuchas los gritos de tus vecinos mientras tratas de meter la llave en la puerta y cuando abres, sientes alivio sin saber lo que vendría después. 
Me encontré con redes sociales llenas de derrumbes, gritos de auxilio, miedo y duda. Pensé que serían días llenos de inseguridad, en realidad lo son. Supuse que todo estaría controlado y que después de eso solo me quedaba esperar para continuar con la rutina. Entonces, vi más allá del panorama a las tantas familias que se quedaron sin casa, que perdieron seres queridos, mascotas y que sienten miedo por lo que viene después. 
Decidí ayudar. Hacer algo o más bien, ver qué le podía ofrecer a las personas que perdieron un pedazo de sí mismas. Entre mis días de caminar de un lado a otro, de enojarme y quejarme por las condiciones en las que tenía que enfrentarme antes de poner manos a la obra, me di cuenta que yo estaba en la gloria, de alguna manera, no tenía de qué quejarme. Cuando logré hacer algo, aún no estaba contenta y es que luchaba más por hacer que me ayudara a mí a verme como mejor persona que preocuparme por si los demás estaban sufriendo o no.
Los días pasaron y seguía más frustrada que el día anterior al otro. Decidí no salir un sábado y tomarme un descanso. ¿qué era lo que realmente podía hacer por los demás que estuviera a mi alcance y que no me hiciera sentir frustración, a la vez que dejaba a un lado la postura de tener una imagen de servicio y buena voluntad?
Dejé de pensar en la idea de lograr algo que generara un impacto para obtener el reconocimiento y me puse a ayudar de verdad, en algo honesto y que mantuviera mi mente alejada del ego arrogante que me perseguía durante los silencios. 
Busqué y esperé por horas lugares en donde se necesitara la ayuda y hasta que no tuve contacto con familiares, brigadistas y rescatistas, no me di cuenta que la realidad era más pesada de lo que sabía. No podía saber qué tan jodida e incompletas estaban las personas hasta que tuve que ver cómo vivían en ese momento. No sabía que sufrían de frío, lluvia, calor y de desesperación. La incertidumbre que dominaban los escombros: ¿están vivos o muertos? No puedo imaginar el dolor de una familia que acaba de perderlo todo. 
No puedo imaginar lo que es perder a alguien que amas. No puedo imaginar el momento en el que una luz se apaga ni qué sueños y metas tuvo, qué problemas dejó inconclusos y a qué personas no le puedo decir lo que sentía, bueno o malo. 
No puedo ponerme en el lugar de alguien que tenía  ideas por realizar, sueños que imaginar, pensamientos que dominar, metas que cumplir, besos que dar y todo aquello que imaginó en el futuro o en la persona que ya no podrá escucharlas, verlas, sentirlas y compartirlas. 
No puedo ponerme en su lugar, aunque estuve varios días buscando a quien ayudar, cuando realmente ayudé y supe que es lo más desgarrador de la vida, no llegué a comprender y a sentir lo que es ver el mundo de alguien desmoronarse, literal y figurativamente. Después entendí que al ponerte en sus zapatos, sufres con ellos y que no hay una palabra para definir todos esos sentimientos encontrados, que no hay paz ahora, que no sabes cuándo llega la resignación y que no habrá día de tu vida que  no agradezcas por todo lo que tienes y por esas personas que siguen contigo. 
Hasta que no vi lo que una sociedad puede hacer por sí sola, no entendí que el mundo aún puede salvarse. No lo vi venir, de toda esta gente que en el transporte público, en la calle, en la escuela o en el trabajo puede ser indiferente en un día cualquiera... también puede ser aquel hermano, paisano y amigo que te puede brindar una mano sin saber tu nombre. 



viernes, septiembre 15, 2017

Sin dirección

Me he sentido más confundida y perdida en estos días que en lo que me he sentido en toda mi vida.
Cada mañana me levanto para ir a estudiar otro idioma y regreso a casa, desayuno, hago tarea, me baño, me cambio y camino hacia la escuela... 
Y llego a la primera clase a deprimirme porque el profesor no es lo que yo esperaba. No siento que aprenda, no siento que entienda. Mi mente divaga mucho y estoy creando más hemorroides de estar sentada que ideas por recibir iluminación. 
Regreso en la noche y parece un día perdido, nada nuevo y la cena. Nada nuevo y la tarea. Nada nuevo y a dormir. 
Hay noches en que no duermo porque mi imaginación está a mil por hora. 
Sueño cosas que no pasarán y cosas que son muy fantasiosas. 
Sueño con que este semestre termina y yo estaré muy lejos para olvidarlo. Me confunde estar tanto tiempo conmigo misma y eso no es una buena señal ¿Cuándo empecé a ser mala compañía para mí misma? Y ahora entiendo que es momento de un cambio pero no sé en qué sentido. Hay cosas que no cambiaría pero hay otras que sí, esas con las que ahora no puedo cambiar. 
Tal vez, me consuela un poco el hecho de poder imaginar otras alternativas en un mundo casi idéntico al de ahora. 

domingo, septiembre 10, 2017

El Mundo

Con todos los eventos a los cuales nos enfrentamos ahora, es momento de unirnos como sociedad para apoyarnos los unos a los otros.

Ya van varios huracanes, un terremoto y no sé cuántas cosas más nos faltan por vivir.
Recuerdo que estaba viendo una serie en Netflix y de repente, los perros de los vecinos comenzaron a ladrar, las cosas empezaron a tambalearse y voces iban sonando por los pasillos. Decidí buscar mis llaves, acomodarme la bata y salir a la calle. No cerré la puerta de mi casa, salí sin ver hacia atrás y caminé por el pasillo. Cada paso tambaleante. Llegué hasta la calle y podía ver a todos los vecinos en ropa de dormir, asustados, algunos sosteniendo a sus mascotas y otros abrazándose. Yo, por supuesto, estaba sola tratando de comunicarme con mis familiares y amigos, mientras la tierra seguía en movimiento, del cielo destellaban luces y los automóviles avanzaban más despacio. 

Después de un buen rato, empezamos a entrar a nuestras casas y yo seguía tratando de comunicarme con mi familia, la cual estuvo más cerca del epicentro. Después de veinte minutos de intentos fallidos, me llama mi tía. Ella estaba hecha un mar de lágrimas porque no pudo salir de su casa, entró en pánico y comenzó a llorar. La escuché atentamente y traté de calmarla. No se calmó del todo pero, al menos, quedó más tranquila y pudo desahogarse. 

Luego me llamó mi mamá, quién no vive en el país. Mi padrastro también se comunicó conmigo. Mi mamá estaba preocupada por las noticias que iban pasando en la televisión y también tuve que calmarla. 

Es en momentos como estos que debemos mantenernos juntos. Mientras unos buscan teorías del por qué o que si Dios, el poder de la oración, que si es nuestra culpa o lo que sea... Son momentos de reflexión, en vez de buscar culpables. Si algo está mal y lo sabemos, en vez de evidenciar el daño, debemos ver hacia el futuro y mejorar nuestra actitud y nuestros hábitos. Qué estamos haciendo bien y qué podemos llegar a hacer por el mundo. 

No nos queda de otra que ponernos de pie y ayudar al prójimo. Si creen en Dios, adelante, pongamos fe y oremos por todas esas personas que murieron ante este desastre pero también, pongamos manos a la obra en apoyar a todos aquellos que han perdido lo único que tenían. Debemos ser agradecidos con lo que tenemos y por las personas que permanecen a nuestro lado. Ser agradecidos porque aún estamos aquí y estamos enteros. Busquemos soluciones y no culpemos a un tercero por lo que pasa, de alguna manera, en mayor o menor medida, hemos aportado para que este tipo de situaciones pasen (hablo de la contaminación y el consumismo desenfrenado). Debemos ser más conscientes de que este mundo no es para siempre y que todo por servir se acaba. 

jueves, septiembre 07, 2017

Tiré la toalla

¿Sabes? Hay un punto en la vida en donde no hay que esperar.
La vida sigue mientras yo espero algo que no va a pasar.
Me conformo, tal vez, con verte pasar de un lado a otro,
De una esquina a un estante y de un pasillo a una silla.

No quiero saber tu nombre, qué haces y qué te gusta.
Sólo sé que te gusta leer y tomar café por las tardes,
que tienes la voz ronca y tienes el acento de la ciudad.
Creo que puedo vivir con eso por el resto del año.

Creo que puedo permanecer en silencio y solo verte.
Hacer como la que siempre lee y no te busca,
puedo caminar de un estante a otro sin seguirte
Formar un sendero sin seguir tus caminos.

Creo que tiré la toalla y no sé, si es definitivo...

sábado, septiembre 02, 2017

Relato II. Bibliotecario

Me mata, ¿sabe? Me mata verlo y no saber más de usted.
Me gusta el juego de no conocernos pero dadas las circunstancias,
conoce más de mi que yo de usted.

Imagino su nombre a cada juego de 5 minutos.
Supongo que tiene cara de Alfonso, Rodolfo o Alonso.
No sé cuál combina más con su actitud.

No sé si estoy más cerca o más lejos,
No entiendo realmente en dónde quiero estar.
Ese rol de mis amistades con locuras penosas
Y mi rostro tratando de mantener la paz.

Pero, ya es muy tarde, ya lo sabe y yo sé que lo sabe.
Lo veo escabullirse entre los estantes y pavonearse,
pasa a prisa lenta, a vistazos de rabillo, muy a veces,
correspondido por mi curiosidad.

Entre el intento de mantener la paz,
la conciencia me invita a concentrarme más en los libros,
la razón me dice que es momento de seguir adelante,
pero esas miradas invitan a permanecer ahí con usted.

No le tengo miedo ni pena,
hay cierta confianza no dicha, no pactada,
esa de mantenerle la mirada.

Hasta que veo que se burla de mi,
lo veo sonreír cuando pasa a mi lado,
viendo que me he apartado de su camino
se burla de mi y no conmigo.





lunes, agosto 28, 2017

Un mensaje sin responder

A veces pasa que cuando una persona del pasado regresa, no nos sorprende. 
Ves su nombre o su número plasmado en la pantalla del teléfono y no pasa nada.
Lees el mensaje que seguramente, pensó dos veces antes de enviar y no te dice nada.
Te preguntas si tienes algo decir y no sale nada.
Cierras el mensaje y es como si no hubiera pasado nada. 
Te acomodas en la cama, apagas la luz y cierras los ojos. 

martes, agosto 22, 2017

De una manera u otra

Soy esa mujer que aún piensa en el amor como un un regalo que dura para siempre. 
Muchas personas me vieron caer hecha pedazos y pensaron que no volvería a levantarme. 
Me veía mucho mejor besando el suelo y de repente, decidí levantarme.

Tomé el riesgo de levantarme una y otra vez. Empujaban cada vez con más fuerza.
Seguía besando el suelo pero, con una intención en mente... Cada vez que empujaran, 
yo seguiría tocando fondo, una y otra vez.

Cuando estaba derrotada y sin razones para continuar, sabiendo que no podía morir...
Sabiendo que ya no quedaba más de mi que les interesara, respiré profundo.
Me levanté poco a poco, aprendí a caminar y a curar mis heridas, yo sola. 

Curé todas mis heridas y volví más fuerte. Cada vez que me veían sonreír, lastimaba.
Cada vez que sostenía la mirada, agachaban la cabeza aún más bajo. 
Cuando caminaba con la frente en alto, podía ver su disgusto volverse desgracia.

Cuando decidí dejar el peso del pasado atrás, empezaron a preguntarse "cómo".
Desde que todos ellos me dejaron sollozando con dolor en el suelo, celebraron... 
Ahora que camino con la paz de no odiarles más, sienten miseria y culpa. 

¿Cómo es que en tan poco tiempo, logró deshacerse de las memorias que marcamos?
Esas que tan arduamente hicimos con nuestro teatro y esos juegos en los que perdía.
Nadie sabe qué tipo de monstruo puede despertar, cuando se ensaña en salar la herida.
De una manera u otra, todo lo que se fue... Tiende a volver, mil veces peor. 

viernes, agosto 18, 2017

Mirada al presente pasado

Hoy me topé con mi ex y su actual novia... Obvio, vamos en la misma universidad y es un riesgo con el que cuento diario. Incluso cuando lo olvido...

Ella cambió su manera de vestir por algo más femenino y él es el mismo. Aunque la actitud de la muchacha hacia a mi es de odio, la verdad, no me preocupa. 

Caminaban juntos, ella agarrada de su brazo y por un momento, yo veía sin ver. Tal vez, era esa idea de verlos pero no verlos, al mismo tiempo. Como que mi cerebro se bloqueó en no verlos con la vista fija en ellos. No supe ni cómo pasó hasta que una amiga me trajo de regreso a la realidad con: "a otra cosa, mariposa". 

Si, acepto que me apendejé por el hecho de verlos juntos pero no hay nada que deba sentir al respecto. Parece negación pero, en serio, ya lo analicé. No hay odio, es sólo ese sentimiento agridulce pero ya ni sé de qué. Tal vez, es un pequeño reflejo de lo que alguna vez sentí... No estoy segura pero, de que sea amor u odio, hacia uno o el otro, no. 

Lo que sí es seguro, es de que la incomodo. De alguna manera u otra, me odia. Y simplemente, no he hecho nada. Me afectó más ella de lo que yo pude haberle hecho y sin embargo, me odia. El hecho de verme, le genera una cara de molestia segura y es notorio. A mí, me da gracia porque debería ser yo quien debería expresar eso... No es que se trate de perdón o de olvido, sencillamente es cuestión de enfocarse en el presente y dejar a esas personas atrás. 

Supongo que hay temores en ella que aún no la dejan tranquila y el hecho de verme pasar, los revive una y otra vez. 



domingo, agosto 13, 2017

La otra parte del año

Pensar que estaba jodida de todas las maneras posibles y luego, me encuentro renaciendo entre las cenizas...

Inicié este semestre con la mejor actitud: 
1. Bajé de peso 
2. No dejé de escuchar la frase: "te ves súper joven" 
3. Sonrío más que antes
4. Siento que nada me falta
5. Aunque no lo crean, me siento emocionada por volver a la escuela
6. Tomé la mejor decisión en cuanto a amistades
7. He disfrutado del alcohol, si soy una alcohólica pero responsable 
8. El tequila tiene un efecto risueño en mí
9. El vino tiene un efecto reflexión en mí  
10. Cantar con sentimiento y unas copas encima, me hacen escucharme bonito. 
11. Cada día amo más mi carrera 
12. No hay presiones para el amor
13. Mi ex es un papanatas
14. Siempre habrá un cantante de la generación de tu madre que te gustará
15. Te vuelves una buena y optimista Cupido porque a pesar de tus fallidas relaciones, puedes ayudar a otros.
16. También eres buena rompiendo relaciones ajenas, por el bien de tus amistades
17. Madrugar tiene sus ventajas
18. Empiezas a comer saludable
19. Las barritas de avena te saben bien (vejez, supongo)
20. No estás cerrada al amor

viernes, agosto 04, 2017

Bienvenida a la ciudad, de nuevo

Hoy fue un caos regresar a la ciudad...

Lo principal, es que tenía esas ganas de no volver y un montón de ideas encontradas. Mi familia se hizo mi mejor compañía y mi gata, también. Es tan hermoso tener esa convivencia y luego volver a un departamento vacío en donde no hay maullidos y abunda el silencio. 

Lo segundo fue el clima, tal parece que se puso acorde a mi sentir. Nublado y con lluvias, como si el cielo llorara por mi. Después de muchos sentimientos encontrados en una última visita a un lugar llamado persona, no sé si volvieron pero sé que eso que sentí, cambió. Un sentimiento más realista, más sincero y un poco directo. Tal vez, más orgulloso y más práctico a no prestar atención a lo absurdo. 

Encuentro un departamento lleno de muebles sucios y espacios sin vida. No hay nueva compañía y eso me augura seis meses más de soledad y libertad. Sé que ahora se siente esa soledad de la mala,  luego vuelve la soledad de la buena. Esa que me hace encontrarme conmigo misma y me deja ser buena compañía para los demás. Y después, vienen todos esos ajetreos de la vida que me sirven para tener un futuro prometedor y que sé que requieren más esfuerzo del que hago ahora. 

lunes, julio 31, 2017

Miradas indiscretas

¿Recuerdan esa canción de Timbiriche que dice "No quiero olvidarte, tal vez tu regreses..?
Aún sigue siendo un hitazo en eventos especiales, porque los DJs no la quitan de su repertorio. 
Fue un día de aquellos, en los que no tienes expectativas de nada pero haces lo mejor posible por aparecer de una manera decente y como pocas veces, logras caminar enderezada. 

Ahí estaba yo, con un largo vestido rosa palo. Peinada, para variar y por primera vez en 2 semanas con la cara maquillada, al estilo más elegante posible. A diferencia de las demás invitadas, decidí llevar sandalias, porque la comodidad se ha vuelto una prioridad en mi vida.

De repente, Él estaba ahí. No mi ex último, ni el anterior. Él. Ese primer hombre que te saca de tu centro en tus años más verdes y se mete en tu memoria como el recuerdo más importante de tu vida. Se mete en tu corazón como el sentimiento más profundo jamás sentido. E incluso, puede irse y volver muchas veces y todo quedará en su lugar. Los años no pasaron, los momentos tampoco y ni un rastro de la edad en ninguno de nosotros. 

La discreción se ha vuelto madura pero el corazón sabe lo que quiere...  por mi parte, como buena mustia, fingiendo desinterés. Bailando como si nadie me viera  a sabiendas que él estaría observando cada uno de mis pasos. Sonriendo, como pocas veces lo hago porque sé que su mirada estará fija en mi y él, haciendo su mejor esfuerzo por hacerse ver. Lo logró. Lo vi muchas veces y lo escuché cantar y cuando lo hacía, me veía a mi. Me despedí de la noche y pude escuchar cuando dijo: "No, no te vayas". Primera vez, en nuestros años de conocernos, dejó a un lado el orgullo. 

Por primera vez, en nuestros años de conocernos, me sentí feliz de verlo y esa felicidad se prolongará hasta la próxima vez que lo vea, en muchos años.  


sábado, julio 22, 2017

Intensidad

Ella dijo: "No me siento lo suficiente para él". Ésta era la milésima vez que escuchaba esa frase saliendo de su boca.
Con hartazgo le contesté: "¡Basta ya! Te he escuchado decir eso tantas veces que hasta yo me lo creo. A veces no te entiendo. Actúas con seguridad y te das el lujo de mandar a todos al diablo y luego, vienes con tu depresión de medianoche a decirme una y otra vez que no eres suficiente. Decide ser fea o decide ser bonita y créelo de una buena y bendita vez". 
Ella me vio perpleja porque no había hecho enojar antes, se limitó a decir: "ya lo entiendo"
No sé si el hecho de saber que mañana volvería con lo mismo a pesar de haberlo entendido esa noche, encendió el fuego que me había guardado para otras ocasiones con otras personas.
"Yo sé que lo entiendes pero no lo comprendes. Entiendes lo que digo pero nada de eso hará cambiar el hecho de que te lamentas por todo, si te hacen caso está mal y si no te hacen caso, también. ¿Cuántas veces tengo que hablar contigo de lo mismo? Estás tan aferrada al pasado que ni siquiera vives el presente y no hablemos de un futuro, porque si hablamos del futuro volteas hacia atrás con la esperanza de que quien ya no está venga y te detenga, te mire a los ojos y diga: AÚN ESTOY AQUÍ. Esa persona no volverá... aunque lo volviera.  No hay posibles "hubieras", no hay más que decir ni que hacer. Tú misma decidiste eso y tienes que aceptar las consecuencias de tus decisiones. 
Ella se quedó en silencio unos segundos para contestar, con esa letra que, a mi parecer, significa -me afecta pero lo dejaré en los asuntos pendientes por sentir- la escucho una vez en mi cabeza y otra en la realidad: pues... X. 
Ya no digo nada, suspiro por frustración porque con eso, no sé si está en tendencia, solucionan todo. Me levanto e imagino que tengo algo mejor que hacer....

A la noche siguiente, toca a mi puerta y dice: "Me siento mal..."
Mi razón dijo: Aquí vamos de nuevo...
Yo: Si me vas a decir que te sientes mal, ya lo sé y si quieres un consejo me dirás que lo entiendes y como ya sabemos en qué acabará todo, dale una X y buenas noches. 



viernes, julio 21, 2017

Chester

Cuando tenía 11- 12 años de vida y estaba re-descubriendo el mundo, pasando de un estado de ánimo a otro, sintiéndome incomprendida y muchos cambios más, los canales como  MTV, Muchmusic, etc., fueron canales de música pura y no pasaban más que música. 

Ahí fue donde descubrí a Evanescence, My Chemical Romance, Simple Plan, Linkin Park, Coldplay y muchas otras bandas épicas anteriores a mi generación y posteriores a ella. La música siempre ha sido parte de mi vida y hasta la fecha no hay cosa que no haga sin música (hasta lavar el baño, si es posible). 

En este caso, Chester Benington (vocalista de Linkin Park) fue esa voz enérgica que jamás tendrá comparación, marcó una época y expresó muchos sentimientos y a veces, te daba las palabras adecuadas para explicar tu sentir. Seguí escuchando Linkin Park, no soy una gran fan, hasta la actualidad y cambiaron su género pero la voz de Chester tenía la misma energía y potencia como siempre. 

Te haga saltar, gritar o llorar; leer las noticias de su muerte marcan un antes y un después, así como la muerte de Bowie ó Cornell que fueron grandes artistas e impusieron un estilo y un arte. Linkin Park me hizo sentir expresada con aquellas canciones que en su lírica encontraba ese exacto sentir que no podía describir en papel o con mi propia voz. Chester entregaba su corazón en cada una de ellas y tu podías sentir la canción y la pasión puesta en ella. 

Chester fue un interprete que nos acompañó en cada uno de los momentos que vivimos solos, con amigos o sintiéndonos incomprendidos o no correspondidos, además de poderosos y aliviados. Y ahora es una leyenda. 

17 años a través de la música ( los escuché desde el 2000) y lo seguiré escuchando para recordar y para re-encontrarme.
  


jueves, julio 20, 2017

Relato: I am The Beast On The Court (h)

Ese día estaba sentada a la orilla de la cama con lagrimas de frustración... Todo lo que he pasado se vino a mi memoria en forma de resumen después de 23 años. Todas las cosas que he querido hacer y las metas que aun no puedo lograr, todas las cosas que he querido decir y sin embargo, me he callado durante todo este tiempo. He esperado al tiempo que pase mas rápido, he esperado a la vida dándome esa libertad, he esperado la gloria de mis logros, he sufrido la distancia que tengo que marcar ante mis seres queridos, he amado y he visto al amor alejarse de mi en pasos lentos sin el valor de ver hacia atrás donde me ha dejado. He visto a la gente llamarse familia cuando solo ven tu derrota, he escuchado palabras amargas de los seres que dicen quererme y preocuparse por mi y yo he visto cegarme por no encontrar la alegría de mis días. En mi interior, yo soy La Bestia en la Corte y esta es la historia...

martes, julio 18, 2017

Una boda y un semestre

Ya que ando en el pequeño pueblo que me vio crecer visitando a los amigos, ver qué hay de nuevo y contar mi travesía por la universidad mientras envejezco antes que todos mis compañeros, me veo sentada en el comedor de mis amigas, madre e hija. Una siendo el ánimo de la otra porque la que es hija no puede con sus nervios,  se casa dentro de dos semanas y yo estoy tomando un vaso con agua sintiéndome inerte porque no sé qué decir y no lo sabré hasta que me pase...

Me encanta lo práctica que puede llegar a ser en cuanto a contarme la odisea y cómo su expresión se torna ansiosa. Yo, en cambio, sigo pensando en las palabras adecuadas y las preguntas amables para no estresarla más. Y no se estresa, ¡Aleluya! De cuando en cuando nos quedamos en silencio y me imagino estando en su lugar - posiblemente habría convocado una junta con las damas y amigas para tomar algo relax y hubiera terminado en una combinación de alcoholes. El vómito al lado de mi remordimiento y juntos se vuelven resaca- imagino de nuevo y no brota nada...

La idea de una boda se ve lejana y con los recientes sucesos amorosos he decidido que ver a mi ex no será tan laborioso como al principio; en primera, está más idiota que el que lanza una pelota imaginaria para que el perro la atrape; segunda, me hará reír más con las bobadas que se le ocurran para llamar mi atención y tercera pero la más racional e imparcial, ya no hay nada que me detenga a ser indiferente.

Como dicen en todos los lugares que conozco, con una frase que ha llegado a ser mi favorita porque no hay mejor manera de correr a alguien de cualquier lugar  y que muero por decirla pronto: "Sácate a la verga de mi vida". Me parece divertida porque no me genera culpa ser mala de vez en cuando. 

  




domingo, julio 16, 2017

El Viaje

Cada vez que viajo de la enorme ciudad hacia la más pequeña, encuentro cierta ambivalencia al marcharme, soy dos personas distintas en una y cuando se acerca la fecha del viaje, no queda más que dejar que fluyan las horas. 
Cierta parte de mi desea quedarse porque se encuentra de pasar todo el día entre la libertad de estar sola y estar acompañada, a veces más sola que acompañada, pero al siguiente minuto llega ese síndrome del viaje, que en cierto momento de mi vida prefiero alejarme de todo lo que me genere un recuerdo vago del pasado y lo más sencillo, me parece, es tomar una maleta e irme lo más pronto posible, lo más lejos imaginable. 
Puede funcionar.
Llego a casa de mi familia y estoy rodeada de personas que desean lo mejor para mí y trato de no hablar de lo doloroso.Siempre enfocando la energía en lo lindo de las cosas, haciendo reír a los demás, aunque yo no me esté riendo por dentro. Empieza forzado pero termina siendo real. Me brota reír y me alegra ver a los demás siendo parte de eso.
En cada viaje no tenía quién me esperara en mi propia casa y de repente, un día lo tuve y ya no lo tengo más... Hay una recóndita parte de mi que no sana pero hay una enorme extensión de mi ser que se va liberando, capa por capa, día tras día, para entender que hay personas que no deben permanecer ni sentimientos que aferrar. 
Y ahora que regrese, habrán personas esperando por mí,que se volvieron mi otra familia y tendrán una versión más completa de mi, esa que no se dejó vencer por un amor que no correspondió, un dolor que no quería cerrar y herida que costó suturar. 
La herida seguirá ahí pero le pondré color con tatuajes que signifiquen el presente. 
 
   

martes, julio 11, 2017

La Espera

He estado invirtiendo mi tiempo de todas las maneras posibles para no acordarme de olvidarte. 
Si no recuerdo menos me duele, si no te busco no hay vacío y si no hay memoria no hay conflicto.
Se siente como si el clima se pone de acuerdo conmigo; menos te recuerdo y amanece soleado, más te recuerdo y camino entre lágrimas. Lágrimas del cielo y mías, de muchos más con su propia pena. 

Camino sin sentido y solo veo la inmensidad llena de pequeños mundos. Lo lejano del tuyo. Mi mundo y el deseo de un agujero negro cerca de ti para que no aparezcas nunca entre días, gestos, lugares y hechos. 

El rotundo regreso de Dios a mi vida... gracias a ti, que ya porto la etiqueta de "rezadora", porque siempre recito lo mismo una y otra vez, cada noche.
 La madre comprensiva y protectora que me alienta a seguir con mi vida y que a su vez, se muere de ganas de partirte la  cara de mustio que te cargas. 
La orgullosa amiga que me repite una y otra vez: "te lo dije, es un imbécil". 
Y la misma pendeja conocida y extraña tratando de volver a ti, buscando por ti para verte con menos odio y hacer más distante aquel pasado que me unió a ti...
 ¿Me pregunto cuántos días, horas y segundos me quedan para sentirme así? Porque es un hecho que no serán semanas y mucho menos, años, porque son los que menos tengo. 

Ese crucial momento en que ya no te ame y tampoco te odie. 








lunes, julio 10, 2017

Me escribí una carta

Verán, hay momentos importantes que no pasan desapercibidos para cada uno de nosotros, algunos se encuentran en nuestras memorias como si acabaran de pasar y otros se difuminan con el tiempo. Soy una de esas personas que prefiere guardar los recuerdos importantes en un papel, con la idea de volver a leer en el futuro todo eso que me dejó el pasado. Soy mi propia lectora, al mismo tiempo que noto todo lo que he cambiado con el pasar de las semanas, los meses, los años...

Suelo leerme una y otra vez; de alguna manera la pena o alegría de esa época me acompaña y suele ser tan cercana y distante. No soy la misma. Cada vez que me leo a mí misma sigo siendo yo pero con una ligera evolución: en mi contra, sigo confiando en las personas; a mi favor, toma más tiempo confiar en ellas. 

Misma soñadora, optimista a veces, con ciertos toques de coraje y nostalgia y una que otra sonrisa a medio hacer. Realista, a estas alturas, en cuanto a todo lo que no permanece... Creyente de las primeras veces y esperanzada en el seguir adelante. 

Si pudiera viajar al pasado y verme a mí misma, en cada una de las veces que lloré amargamente, me sentaría a un lado y diría: "Y llorarás más porque se pone peor".  
Probablemente lo diría por joder, ja. Está bien, me abrazaría y diría que todo, algún día mejorará. Le contaré todas las idioteces que haré solo para hacerme reír y que llegará más lejos de lo que imaginé. 

Que estará escribiendo en un blog de vez en cuando, cuando tenga algo que decir, desde el 2009. Que posiblemente, los pocos que la leen se ríen de ella o se identifican con su pensar o ninguna de las anteriores... Al final, ella volverá a leer todo lo que escribió algún día en este lugar en donde pocos, un día muchos o ninguno, pasó a leer.  

martes, julio 04, 2017

Relato Corto: El Bibliotecario

Después de un complicado semestre y de haber pasado mis materias...

Me pregunto: ¿Cuál es el alboroto por el bibliotecario y tus constantes visitas a la reducida biblioteca? Dejando a un lado mi gusto real por los libros... Me gusta él, esa seriedad con la que se mueve por cada estante y esas miradas no tan disimuladas hacia mí. Ese esquivar cuando estamos frente a frente y el reducido "hola" que me dispara cuando me ve más tiempo de lo normal. 

La fingida indiferencia que solo atrae mi atención y las ganas de volver.

Me encanta esa voz tan grave que sale de su ronco pecho.  El negro intenso de su cabello que cree que con una pasada de mano ya pudo acomodar y el hecho de que se haya dejado crecer la barba. 
Me encanta esa nariz tan mal hecha que sostiene sus lentes y esconden el café de sus ojos. 

Y me reduzco a concluir esta noche, porque muchas noches he pasado imaginando el momento de verlo más allá de los libros, es que es mi error el idealizar a alguien que aún no conozco y mi error sería el no terminar de conocerlo.  
  

jueves, junio 29, 2017

Algo viejo. Algo nuevo

He pasado por muchas etapas dentro de la ruptura sentimental que tuve a finales de abril de este año. No ha sido fácil pasar de una a otra y tomar cada uno de mis días como un paso más en la rehabilitación emocional de la cual tengo que seguir constantemente hasta que me olvide de que tuve sentimientos importantes por esta persona. 
La primera parte fue dolorosa, triste, decepcionante y confusa. 
La segunda, iracunda y llena de sentimientos de venganza
La tercera, llena de vacío y me sentí perdida
La cuarta, pensé que todo estaría mejor pero tendría recaídas
La quinta, empecé a reprimir los sentimientos de amor y fingí indiferencia
La sexta, por un momento pensé que todo había pasado
La séptima, pude aceptar que aún siento amor
La octava, a veces me siento triste por sentir lo que siento. 
La novena, tengo que repetirme: "Un día a la vez"
La décima, el tiempo mejorará todo. 

Toma mucha fuerza de voluntad pasar por cada una de esas etapas y requiere más coraje volver a comenzar cuando tienes recaídas. 
Es como si el corazón peleara con todas sus fuerzas pero la razón pelea por encontrar la paz... A veces, la razón gana y a veces, el corazón se rinde y deja de pelear para luego volver con más fuerza pero en plena batalla se pregunta, ¿Todo esto vale la pena? Pelear contra lo evidente... Pelear por alguien que no vuelve más y que no tiene interés en volver y la más importante, ni siquiera quiso quedarse.
La razón sabe que no lo quiero de vuelta y entre más lo sé, lo sentimental sufre, porque no esperas que alguien tan importante te destruya. 

Después pienso que alguien más vendrá a reponerme, decirme que todo estará bien y que podré salir adelante. Toma tiempo reconocer que esa persona que tiene el poder de juntar mis pedazos y reconstruirme otra vez, soy yo. Lo nuevo es que estoy consciente de eso.  



viernes, mayo 19, 2017

22 de Abril

Estuve en una relación de 8 meses  y supongo que todo llega a su fin, de alguna manera en el momento oportuno, sigo teniendo dudas del por qué pero son preguntas que no tienen respuesta. 

Estuve con este muchacho, al que presenté a mi familia y viceversa. La diferencia era que él me presentó a los 15 días de noviazgo y yo me tomé 6 meses en hacerlo. Quise hacer las cosas bien desde el principio, todo se veía serio y parecía amor. Tal vez, en algún punto lo sintió pero cuando todo se terminó por razones que aún no entiendo, consiguió un nuevo amor. 

22 de abril: Estuvimos toda la semana distantes y con actitudes pésimas. Y fue en este día en que veía como todo lo tomaba a la ligera. Estaba con su mejor amiga y sonreía demasiado, me vio a mi y esa expresión se volvió fría. No me sentí bienvenida y decidí marcharme, media hora después se encontraba en mi casa discutiendo conmigo y lo único que tuve que decir fue: "no le encuentro solución" para luego irse, publicar lo que dije en facebook y dos días después decirme que quería estar bien conmigo y que amaba, que no podía marcharme de su vida así de simple ¿Y luego qué? A menos de una semana ya se había besado con su mejor amiga y en menos de 15 días ya eran novios. 

¿Qué se supone que piense? ¿Que el amor llegó a sus vidas al mismo tiempo? Tal vez, tiempo atrás en el que estuve confiando mucho. Me rompió de maneras inexplicables y cambió muchas cosas en mí, llevo 3 semanas tratando de levantarme con el ánimo suficiente para rendir en el día. Llevo todo este tiempo escuchando música que me alimente el alma y por primera vez, he estado más cerca de Dios que en mis días de catecismo. 

Aún creo en el amor y creo que en algún momento encontraré a la persona indicada. Algunas personas son lecciones, experiencias y vivencias. Sin embargo, el dolor continúa y es la primera vez que me siento tan defraudada y decepcionada, no puedo dejar de pensar en lo tonta que fui y busco alguna manera saludable de cerrar el libro. Cada mañana me levanto con la esperanza de encontrarme un poco más lejos de mi dolor y parece que así es, hasta que llega la noche y me encuentro sola en mi departamento. Me encuentro sentada en la orilla de la cama con lágrimas en la cara y siento un choque de emociones: me siento triste, enojada, decepcionada y estúpida. Me siento mal por mí y en la forma en la que ahora me encuentro perdida. Me gustaría encontrar las palabras mágicas para desatarme de mis pensamientos y sentimientos, dejar de sentir el tiempo tan lento y volver a comenzar a ser yo, me extraño a mí misma y mucho. 

No es el amor el que nos defrauda, son las personas. Lo vemos como lo peor que nos puede pasar pero no lo es, el amor es puro y continúa intacto. Nosotros cometemos errores, confiamos, lastimamos y confundimos eso que alguna vez nos gustó con algo que va más allá de lo físico y de lo mental. El amor de verdad no muere tan fácilmente. 


domingo, marzo 12, 2017

Proyección

¡Hola!

Primero, trataré de escribir más seguido pero estoy en la universidad y eso requiere mucho de mi tiempo.

Segundo, a lo que vine...

Estoy en una relación poco ortodoxa, soy de una generación llamada "millenial" y por primera vez en mi vida he entendido la importancia de una carrera, no tanto porque no supiera qué hacer con mi vida, sino por el hecho de que me he vuelto más analítica en lo que estoy aprendiendo. 

De mi relación poco ortodoxa estoy aprendiendo lo práctico que puede ser mi pareja con respecto a ciertos temas y sobre cómo me he convertido en una mujer que, a pesar de tener un carácter medio complicado, puede ceder ante ciertas cosas por amor ( no ese amor de "pégame pero no me dejes"). 
No se trata de quién manda sino de ponerle un poquito de razón a ese amor, no se trata de cuerpos, sentimientos impulsivos y cuentos de hadas. Se trata de tener a ese compañero o compañera que a pesar de la adversidad, siempre estará contigo. De esa persona que perderá el miedo de decirte que desea siempre quedarse contigo y que, aunque tiene la opción, prefiere vivir contigo. Y que a la vez, una misma sea capaz de decir y demostrar todo eso. 


Sobre ser Generación Millenial (nacidos de 1985 hasta los 2000), ¿Quién carajos nos puso ese título? Nos definen como personas que venimos de familias que se preocuparon por darnos todo, de que nos volvimos muy "consentidos", de que tenemos el deseo de generar un impacto en la sociedad pero que no sabemos cómo; queremos un trabajo que implique muchas facilidades y que nos paguen muchísimo. 

Primero, mi madre siendo soltera intentó todo para que a mi no me faltara nada pero, eso no quita el hecho de que he tenido que trabajar muy duro por lograr lo que quiero. Ya he trabajado en lugares en los que me hicieron trabajar como esclava y me pagaban lo que se ganaba de salario mínimo hace 5 años. 
En algunos momentos he sido "consentida", actualmente tengo una vida en la que no me puedo quejar a excepción, de que no tengo TIEMPO.  

En lo que respecta a generar un impacto en la sociedad; debo decir que tengo muchas ideas de cómo quiero hacerlo pero no están muy bien planteadas. Lo que imagino cuando hablan de los "Millenials" (nosotros), es que seguramente hablan de las personas que quieren crear una página web, hacer videos en YouTube, Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat (sigo sin encontrarle el sentido) y las miles de aplicaciones actuales que nos facilitan la conexión con el mundo virtual, haciendo absolutamente nada que provoque ese impacto. Supongo que el impacto es siendo popular en las redes sociales y tener muchos "likes" y seguidores que aprecien esa... valentía de decir cosas comunes con un tono y dramatismo exagerados pero que funcionan muy bien porque se encuentran dentro de la tendencia actual. 


Creo que si muchos queremos causar un impacto, como las cientos de personas que han hecho avances en ciencia, tecnología, ecología, salud, economía, etc., deberíamos enfocarnos entonces, en nuestra educación. Creo que la educación es importante para la sociedad porque nos permite ver más allá de todo lo que existe en las redes sociales. 

Hablo de una educación que no se enfoque en historia solamente. Hablo de la educación que deja en claro los valores del ser humano, esos que se olvidan de las minorías y las mayorías y solo ve humanos tratando de vivir según les dicte el corazón. Esos valores que se olvidan de religiones, porque creamos en Dios o no, tenemos bondad para ayudar a los demás. Esa educación que nos haga entender que el mundo nos necesita y debemos preservar lo que nos da vida, que debemos respetar las demás vidas. Esa que no distingue en nacionalidades o razas. Esa educación que no etiquete a nadie por pensamientos, gustos y creencias. Esa educación que tolera al prójimo. Esa educación que no entiende de heterosexuales y LGBTTI; la única educación que nos puede ayudar a salir como sociedad universal, sin prejuicios...

Y que nos haga pensar antes de comenzar una guerra. 
   

   



martes, febrero 14, 2017

14 de Febrero

Hola:

Mucho tiempo sin escribir y sin embargo, no vengo muy festiva como la fecha lo amerita o al menos, eso es lo que se espera siendo el "día del Amor y la Amistad". 

No tengo muchos amigos, no porque sea antisocial, sino porque siempre tengo los que necesito, esos que siempre son constantes y se encuentran conmigo en las buenas y en las malas, estando cerca o lejos de mi. 

Se podría decir que tengo pareja pero... en fin, demos letras a esta entrada...

Verán, cuando estamos en una relación, normalmente todo es bonito: su cara, sus ojos, su cabello, su sonrisa y hasta esa risa ingrata que desata con tanta facilidad y ronquera. Decimos casi todo el tiempo "te extraño", "te quiero", "buenos días____________", "buenas noches___________". Inserte en el espacio en blanco el apodo de su preferencia). Pero pasa, que de repente iniciamos relaciones a una edad en donde no todo es ilusión sino más bien, inteligencia. Le buscamos proyecto a todo lo que se nos ocurre y trabajamos, estudiamos para alcanzar las metas y lograr muchas cosas. Hacer lo que nuestros padres hicieron o mejor que eso. Lo que ahora dicen que es necesario para vivir más años sin necesidad de comprar una casa, un auto o tener un negocio propio. 

A veces estás enamorado, a veces esa estabilidad emocional te hace sentir enamorado, estar en paz pero "feliz", ¿es realmente felicidad? A veces lo intentas y si eres una persona fría que está consciente que cierta persona no debe padecer tu frialdad, lo intentas. Te conoces a ti mismo/a y estás seguro/a de que no harías eso, siendo la persona cuerda que ha sido siempre y lo intentas. Pones ese eslabón más para lograr pasar al siguiente nivel y ser, para esa persona, ese/a que no fuiste antes con tus anteriores parejas. Ya sea por miedo, pena, no sabías lo que querías o no fuiste correspondido. Intentas no equivocarte y ser sincero/a y confiar. De verdad lo intentas, porque consideras que vale la pena, ese ser que está ahí sonriéndote o haciéndote enojar, merece esa pena y lo intentas con gusto. 

¿Qué es lo que haces cuando poco a poco te cuestionas si vale la pena? Estás tocando los 30 años, ligeramente, sabes que quieres intentarlo pero no sabes si realmente merezca la pena. Piensas y vuelves a pensar. Lo vale. No voy a mentir sí lo vale, pero a este punto de desilusión y con metas en las vida, prefieres ir a recorrer el mundo y dejar a esa persona atrás. Sabes que harías lo que fuera pero esa persona, aún estando dentro de la relación se acomodó en la zona del conformismo. Ya somos. ¿Qué mas necesitas? ¿Qué más quieres? Somos racionales. "Te quiero pero, no haré esto más", "¿Ya se te pasó el berrinche? Porque eres tú quién disfruta molestarse". 

Soy una mujer fría, llamenme "Tempano de Hielo", pero considero que dentro de una relación no voy a conformarme con alguien que quiera ser el papel de padre o me diga constantemente que estoy mal por desear un detalle. Que debo dejar ir ciertas cosas porque no importan, solo estorban. Si un hombre no está dispuesto a darle un poco de valor a lo que siento, pienso y/o creo, entonces estaremos perdiendo el tiempo. El hombre que espera el momento de verme enojada para sentirse parte del problema sin saber de qué problema estamos hablando. ¡Lo siento tanto! Debió ser bueno mientras duró pero no lo suficiente para estancarnos en tan poco tiempo.