jueves, junio 21, 2018

¡Adiós, redes sociales!

Este ha sido uno de los semestres más cansados, dentro de lo académico y personal, cumpliendo responsabilidades y metas. Pero, estoy cansada también, de todo lo que se "postea", publica o se opina. Estos días han estado llenos de información y el mundo se ha vuelto loco, completamente. Lidiamos con leyes migratorias, Estados Unidos divorciándose de sus mismas organizaciones, el aborto legal, privatización del agua y el mundial. ¡Demonios! Todavía faltan las elecciones...
Así que por bien mental, humano, físico, psicológico y darle un buen descanso a mi cerebro de todos los problemas ajenos y personales, he decidido alejarme de todas esas redes sociales (facebook, twitter, tumblr... que son las que más utilizo). Sólo mantendré contacto por este blog, instagram y vía WhatsApp ( si así se requiere). 
En mi realidad, tengo mucho que solucionar con mi posible mudanza, posibles problemas arrendador-arrendatario, cuestiones de salud. Tal vez, una nueva materia por virtual y bueno, un merecido descanso de todo. Turistear en la misma ciudad, salir a tomar un café sola, ir a esos museos a los que no he ido, leer esos libros que tengo pendientes, avanzar en mi novela, ver una película sola o simplemente, sentarme en el parque de cualquier colonia y ya. 
Adoro dormir, cocinar y ver películas... Cualquier cosa de esas me hará recuperarme de las dificultades que tenga. 
Así que, ¡Felices vacaciones! (A ustedes no, porque seguiré escribiendo).

martes, junio 19, 2018

Lo que no te mata...

Se dice que cuando una persona llega a tu vida o se va de esta, es porque tenía que enseñarte algo importante. Una lección que cambiará tu perspectiva sobre la vida. Para bien o para mal, cambiará lo que pensabas o la manera de actuar no será tan impulsiva o podría serlo más. 
También es cierto, que por más años que una persona pueda tener, sigue aprendiendo. El problema es, ahora lo noto, que se le olvida que sigue aprendiendo. Ser anciano, canoso, de andar lento y sigiloso, no es sinónimo de saberlo todo en la vida. 
Ser una persona que aún joven sabe que está aprendiendo y que es por seguro, que no sepa tanto como alguien de sesenta años, no es sinónimo de que no sepa nada. 
Tener cerca de treinta años y que conozcas menores de veinticinco, no es sinónimo de que sepas más pero, fallan contigo en el camino. Eres un espejo que sirve de reflejo propio y ajeno. Por más madura que seas, también se puede pecar de lo contrario. 
Me di cuenta que, como esta señora, estaba arrastrando ciertas cosas del pasado que no me dejan avanzar y justifico todo aquello que no hago o dejo de hacer con eso, cuando ya pasó y otros años le sobrevinieron. Si no he hecho ciertas cosas, es porque no quiero y llegué a esa zona de confort y de consuelo hacia mí misma, en la que tolero todas mis fallas sin siquiera querer intentarlo. 
Ella se puede quedar con el departamento en el que estoy viviendo. No es el primero, tampoco el último. 
Las lecciones que me deja: No dejarte pisotear ni pisotear a los demás. 
Para exigir honestidad, debes darla. Y, aprende a reconocer que batallas pelear y cuáles no. 
La última y más importante, no te quedas con lo que el pasado te dejó, sigues moviéndote. No añoras, no temes y no te quedas en el mismo lugar. 
Eso, te vuelve más fuerte. 

jueves, junio 14, 2018

Aborto Legal


  • Sobre el aborto legal en Argentina y como en cualquier lado (esto es meterse en camisa de once varas pero, bueno...) que sea legal, sí. Pero, tengo un conflicto, si no quieren tener hijos, ¿por qué no usar un método anticonceptivo de elección antes de llegar a eso? Lo entendería, en serio que sí,  si hubiese sido una violación (sin importar la edad de la mujer), el feto/bebé/cigoto presenta anomalías u otras razones/causas de fuerza mayor para hacerlo. Excepto el "me gusta coger pero, no me cuido". Si no es el momento, te cuidas y él, también. 
  • Si es una decisión de vida, les presento a la SALPINGOCLASIA (ligadura de las trompas de Falopio). Es efectiva y permanente. Y ¡Adiós pinches dilemas pro-vida/ pro-aborto! Dejando a un lado la religión, porque primero hay que tener en claro qué jodido quieren. 
  • Así que, si no quieren ser madres/padres de esos "fetos que pudieron ser ingenieros" y nadie quiere adoptar hijos de personas irresponsables, están SALPINGLOCLASIA y VASECTOMÍA. 
  • Quererse a uno mismo es parte de esas decisiones importantes (mujer, porque no creo que quieras someterte a sufrir; hombre, si realmente quieres a tu mujer/pareja/novia o no quieres nada con esa persona o no estás listo para ser padre, eres responsable de cuidarte, también) y saber qué quieres en tu futuro, a corto, mediano y largo plazo. 
  • Puedes ser pro-vida sin traer más niños que no son deseados en el mundo, desde que sabes qué quieres. Puedes ser pro-vida tomando decisiones como el adulto que se es. Puede ser pro-aborto por las razones correctas; puedes serlo, por la defensa de otras mujeres que no pueden alzar la voz. 
  • Puedes ser pro-humanidad si apoyaras en las manifestaciones y luchas a los niños que ya sufren la realidad del mundo: Falta de educación, servicios médicos, alimentación, trata de blancas, pedofilia, explotación infantil, derecho a una familia y una vida mejor. 

domingo, junio 10, 2018

Sara

Ella nació de una relación que no implicaba matrimonio ni ilegitimidad. Era tan pura que nunca conoció lo que realmente significaba un pecado. ¿Y exactamente quién podría juzgarla? Nació muchos años después de la destrucción de la primera Tierra. Antes que el infierno y cielo volvieran a pelear como en milenios pasados. De que los muertos despertaran para el juicio final y se replicara ese apocalipsis bíblico. Descendiente de Bora y Booz, los dioses que terminaron creando Tierra Zero, iniciando el génesis de Dios derrotado y un demonio olvidado. Después de lo último que vivió su madre y lo que le pasó a su padre, no quedó más remedio que mantenerla en resguardo, en aquel lugar del que nadie sabía nada. 
La guerra se suscitó demasiado pronto y ni siquiera los dioses pudieron salvarse. Al menos, eso era lo que el dios en turno sabía. 
Los pueblos se dividieron. Los cuestionamientos hacia sus creadores fueron en aumento y se atacaron los unos a los otros frente a esas esculturas que asemejaban al diablo, justo como en el Codex Gigas, la biblia que nadie puede poseer.
 Si era un nuevo comienzo, ni el viejo dios ni el afamado diablo podían dominarlo ¿Cómo se rescató aquel libro que alguna vez fue sagrado? Esa historia que archivaba datos y más datos del amor a Dios y el amor de Dios. ¿Qué era lo que realmente buscaban? ¿Cómo el Codex Gigas y la Sagrada Biblia llegaron a manos de Admata? 
En diferentes civilizaciones, muchos dioses existieron exigiendo algo de los humanos y, posiblemente, era para sobrevivir. 
Sara se mantuvo lejos del mundo por mucho tiempo que ni ella misma sabía quién era. Qué era. Tantas emociones inexploradas. Utopía. Se relacionaba a lo que describían los extraviados libros sagrados. Sin mandamientos infringidos, sin sentimientos de culpa o envidia. Sin ser pecado ni acto de santidad. ¿Debería ser el nuevo dios? ¿Buscaba Dios, en el acto, encontrar un reemplazo para descansar de esa omnipotencia? ¿Por qué si todo había acabado, comenzó de nuevo en Tierra Zero? 

   

miércoles, junio 06, 2018

Boleros

Cuando escucho boleros, me malviajo a esa infancia en la que todas las tardes mis tíos encendían ese estéreo enorme, que todavía reproducía discos de vinilo. Y sí llegué a renegar bastante porque tenía que perderme las caricaturas de las 5 de la tarde pero, siempre terminaba cediendo, en el fondo mis oídos estaban en paz escuchando boleros. 
No entendía la nostalgia, el desamor y la melancolía que esas canciones expresaban. Era seguro que no entendía las letras porque no pasaba por eso. Mi amor se resumía en la familia, jugar y ver la televisión. 
Ahora extraño muchas cosas. Extraño estar rodeada de muchas personas que ya no volveré a ver. Estar en el ambiente donde todo era baile y comida. Salir a jugar con los vecinos de la misma calle y ver a mis tías platicar en el jardín. 
Y aunque entiendo los boleros, siempre viajo muy lejos, a lo que recuerdo tan fácil. Por eso, es muy fácil, porque añoro los buenos años de aún estar en la tierra que me vio nacer, donde creí morir...
Siempre me ha sido tan fácil recordar cosas que ni siquiera quiero recordar. Es como si estuviera ahí, una vez más. 
Al menos, cuando me malviajo a lugares muy oscuros, tengo a Galatea maullándome que debo volver al presente. Se sienta sobre mis piernas, me ve a los ojos y si pudiera hablar, me diría: "Oye, no llores. Estamos aquí ahora, vuelve".
Cuando escucho boleros, recuerdo a quién dejé atrás para crecer. Recuerdo a quien jugaba con lodo para hacer pasteles, recuerdo que le prometí que tendría una repostería. 
Y voy a tener una... 



lunes, junio 04, 2018

El amor condicionado por géneros

Esto no es realismo mágico, ni es un relato de ficción... Es más personal y puede ser compartido porque es una realidad en la sociedad. Cambiaré nombres por obvias razones...

El otro día estaba sentada en las bancas de mi escuela, me encontré con una conocida y empezamos a platicar de cuestiones escolares. La conversación estaba muy interesante, me gusta platicar con personas que a duras penas me conocen porque tienes algo que contar. En realidad, me vuelvo un libro abierto, si saben preguntar.

Entonces, llega un amigo llamado Fred, que, "sin ton ni son" saluda y se acomoda. Por un momento, la conversación con Fiona muere e intento recuperarla aún con la interrupción abrupta de Fred. Él empieza a interactuar con nosotras y comienza el tema de las opciones que tenemos (entre él y yo) para mudarnos juntos. NOTA: NO SOMOS PAREJA, NI NOVIOS NI CUALQUIER RELACIÓN DE MODALIDAD MODERNA QUE IMPLIQUE QUE SEAMOS ALGO MÁS QUE AMIGOS. Necesitaba hacer esa aclaración. Así que Fiona pregunta: "¿Son pareja?". Él contesta: "Si, pronto nos vamos a casar". Yo: No, seremos "roomies". Ella entiende el tema y lo deja por la paz. Él, en cambio, continúa con: "Ya quisiera ella que me casara con ella" (Yo: ¿QUÉ?). Respondí en broma: "Tú quisieras que yo quisiera". Me responde: ¡Ja! Ya estás muy vieja... (Me reí porque sé que le gusto y me ha dejado analizando que esa mudanza es mala idea). Respondí: vieja pero, aún me veo joven. 

Y esa conversación me regresó a otra que tuvimos anteriormente, donde él me llamaba "Damisela/ princesa/ etc.". Después esa me regresó a otra en la que él me decía: "Cuando tenga mucho dinero voy a comprarte (inserte lo que se le dé la gana aquí)"; en esa ocasión, respondí: "Si yo quiero un dragón, un castillo o lo que sea, yo puedo trabajar por ello". 
Y esta me regresa a la misma, donde "reta" que no me burle con lo del matrimonio porque podría terminar casada con él. Y me dejó pensando: De verdad, ¿tengo cara de "mujer florero"? Pero, no lo culpo. En esta sociedad, cada quien trata de sobrevivir a las crisis cómo puede y cómo sabe hacerlo. El muchacho tiene 21 años y yo, como lo he contado en otras ocasiones, tengo 29. 

La verdad, noté muchas cosas que a su edad yo hubiera aceptado, no por necesidad o comodidad, sino porque es una manera de "cortejar", que te digan que te van a comprar X o Y cosas. Y aún a esa edad, seguí desechando pretendientes y  propuestas matrimoniales, porque no consideraba a mis 18 años (fue la primera propuesta que tuve) verme casada y con hijos. Estaba en la preparatoria y pensaba estudiar la universidad. Después de esa, llegó otra propuesta y luego, otra; después otra propuesta de matrimonio y en todas dije "NO". No puedo culpar a todos esos hombres por realizar semejantes propuestas de vida pero, tuve y aún tengo mis razones:

Fui criada por una madre soltera que siempre me platicaba sobre superación personal, obtener todos los estudios posibles, conseguir un buen trabajo, por ende, un buen sueldo. Me enseñó tareas domésticas pero, me dijo que no era lo único que existía para una mujer. Me enseñó a defenderme y a estar atenta en el mundo de los hombres. Con el tiempo me dijo "nunca te cases", "no tengas hijos" pero, al final, ella sabía que eso era, es y será mi decisión. Cuando tuve parejas formales y fracasos amorosos, hablaba conmigo para decirme qué y qué no se debe hacer en una relación para no fracturarla, no condicionarla ni destruir a la otra persona. Mantener la salud mental, emocional, física y sentimental en equilibrio. Me enseñó a priorizar metas, responsabilidades y personas. 

Sé que muchas de mi género han condicionado el amor para los hombres y muchos hombres han ofrecido bienes por el amor de las mujeres, como un negocio. Pero, es una culpa compartida, uno por ofrecer lo que no le han pedido y la otra por ponerle un precio a su "amor". Muchas personas viven juntas así, por acuerdo económico. Cada quién conoce las razones de semejante sacrificio. Y lamento que se haya generalizado esa idea, en ambos géneros.

La otra razón, considero, desde que me hice la idea de algún día casarme, que ese sería un acto muy importante. No mentiré, quería casarme joven pero nunca lo hice porque no estaba segura de querer estar con alguien que no me dejaría crecer o cumplir mis metas personales. Yo, creo en el matrimonio entre dos personas que se aman, que tomaron esa decisión de por vida y, entiendo que requiere mucha madurez. No es sólo un acto de locura, es de fe, aceptación y confianza hacia el otro para permanecer muchos años. Es un acto de amor y no de algo efímero. 

Sé lo quiero con mi vida. A estas alturas, no voy a dejar entrar a alguien que cree que no podría lograr nada por mí misma o que cree que jugando a "la ley del monte", podría conquistar a una mujer. No voy a aceptar a una pareja que es menor que yo, no sólo en edad, también en madurez, como para pensar que "cortejar" (molestando) como en secundaria, va a funcionar con alguien como yo. No tengo el tiempo, ni la paciencia para esos juegos. 

Fred confunde mi rostro (que aún se ve joven) con mi madurez mental. Muchas personas se olvidan de mi edad al verme y creen que pueden jugarme la vuelta. Creen que lo que funciona con muchachas de 20-22 años funciona con alguien de 28-30 años. Consideran que por adaptarme a sus conversaciones, bromas y juegos, no entiendo nada de la vida y que puedo llegar a ser moldeable, sumisa.  

Creo en tener una relación sana, que obvio no será perfecta pero, en donde ambos podamos crecer y progresar. No estoy buscando a alguien que me mantenga o haga todo por mí y para mí. No busco un sumiso ni alguien que me domine. Estoy en la búsqueda de alguien que sepa lo que quiere y que me quiera, que me ame aunque estemos alcanzando otras cosas. Lo he dicho antes, espero encontrar a un hombre a quien yo pueda admirar y me motive a ser mejor, porque lo veo luchando día tras día. Alguien que me impulse y sea mi apoyo, así como yo espero serlo. Alguien en que yo pueda decir "Si tú puedes, yo también. Y si yo puedo, por supuesto que tú también". 

Y como última razón, estoy muy segura de que no me he estado quemando las pestañas, que no me he estresado, alejado de mi familia y aguantado soledad para que mi título profesional sólo ocupe un espacio en la pared de la casa de mi madre, sin hacer nada en lo que me preparé por cuatro años, para terminar siendo lo que otro quiere que yo sea para él.  



domingo, junio 03, 2018

Mis 3 maneras de vivir

Soy una persona muy volátil y como tal, no me enfoco en un tema en específico. Menos cuando hablo de escribir, lo normal es que me presente como una aprendiz que gusta de escribir ficción ¿Por qué? En primera, porque así se define mi "opera prima" (empiezo a sonar como mi mentor), la cual sigue en proceso; segunda, mis relatos se trataron siempre sobre personajes ficticios y por último, lo que escribo en mi blog es más realismo mágico (y, ya muy último: lo que escribo de puño y letra va para uno o dos lectores en específico). 

Lo que escribo en mi novela se define ficción porque realmente lo es. Son temas que requieren mucha investigación por mi parte, análisis y enfoque. Por eso, he buscado grandes autores del pasado. 
Lo que escribo en este blog, que es para los pocos que me leen, se va inclinando hacia el "realismo mágico", porque ninguna historia está bien escrita sin un poco de magia imaginada. Tomo un trozo de realidad con un poco de imaginación. Algunas veces, esas historias ni siquiera me pertenecen y puedo llegarlas a tomar como muy mías. 
Y por último, tengo un cuaderno especial en el que escribo la realidad, desde mi propia perspectiva y es algo que no he compartido con nadie. Ahí se encuentran fechas clave, sentimientos y mis miedos más profundos y situaciones que han marcado mi vida. Todo eso que no puedo compartir con el mundo pero, espero compartirlo algún día, tal vez, cuando ya no me encuentre. 

Como una persona que intenta estar en el mundo de la escritura, sé que no me volveré a presentar ante otras personas y cuando mi llamada "opera prima" llegue algún día a un estante (¡Qué alegría me causaría eso!), posiblemente sea la tercera y última vez que lo haga. 



viernes, junio 01, 2018

El viajero y la nada

¿Cuándo los muertos se van, se llevan todo lo que vivieron con ellos?
Y si es así, ¿Qué pasa con los pedazos que se quedan con nosotros?
No sé. En realidad, no sé quién se lleva los pedazos de quién.
Hay una línea imaginaria entre los vivos y los muertos que no se define.
Si las personas que llegan a nosotros vienen por un trozo de nuestras vidas,
para llevárselo sin volver jamás. 

O he llegado a pensar, que si se van, el que se va, se va de nuestras vidas
porque ya le hemos quitado bastante y se quedó vacío. Tanto que ya es 
momento de regresar al origen. Vino siendo alguien, se va siendo nadie, 
se va volviéndose nada. 

Y si nos quedamos aquí, nos han robado una parte, algo que no volverá...
Y pienso que no sé si vienen, los que vienen, a quitarnos o a volvernos 
completos. 

Aquí estoy, robándome algo de las demás personas, sin deseo a regresarles
lo que alguna vez les quité. Aquí estoy tratando de buscar lo que me han 
quitado, pero, he entendido que no volverá.

Hay distancias que llevan días pero hay otras infinitas, van más allá del 
universo y se esconden en la introducción de la vida, llevándose esa parte 
que duele más, esa que ingenuamente entregamos. 

No sé qué es pero, ya no esta.

Lloro porque me han quitado parte de mi vida.

Y me pregunto, de nuevo, si allá en el lugar en el que están ¿existe Dios?
No lo sé, sólo sé que de algo estoy segura...

Que en esa nada, ese que te robó de mí, no te quiere tanto como yo.