miércoles, febrero 28, 2018

Enfermedades Raras

Bueno, esta es mi historia con una enfermedad rara. Uno de mis amigos, que es doctor, dice que no la tengo pero, tres doctores más (no conocidos entre sí) diagnosticaron lo mismo...

Puedo recordar mi niñez de dos maneras: Era feliz y siempre estaba en el hospital y/o consultas médicas de emergencia. Era feliz porque sentía que nada me faltaba, mi única obligación era la escuela y era hija única. Recuerdo que aprendí a leer a los cinco años, inconscientemente lo hacía jugando, yo sola. Recuerdo que desde los seis años quise tener una repostería (y lo sigo queriendo) pero, también recuerdo pasar todo el tiempo enferma, con limitaciones de no poder salir a jugar con mis amigos vecinos, no salir sin suéter, no mojarme bajo la lluvia ( algo que siempre he amado hacer pero, ahora soy mayor y debo velar por mi salud), no andar descalza, esperar que la coca-cola estuviera a temperatura ambiente, etc. 

Cuando tenía veinticuatros años enfermé de neumonía (severa), después de muchos estudios, medicamentos por todas las vías posibles ( menos, supositorios, ¡gracias al cielo!) y muchas radiografías... Me diagnosticaron "Fibrosis Quística". Juro que no sabía qué demonios era eso y mi doctor lo notó. Así que, me dio un resumen explicado con manzanas sobre lo que era y yo pensé: ¿Me voy a morir pronto? Quién sabe. Es una enfermedad congénita degenerativa que prácticamente, te desmadra los pulmones. Hay muchas mutaciones. Si no hay tratamiento, va dañando tus órganos vitales como el estómago, el páncreas, el hígado, etc. Siempre debes tener cuidado con las actividades cotidianas o el cambio de clima. En lo personal, parece que siempre tengo gripe o alergias. Debo inyectarme contra influenza (cada año) y neumococo (cada 5 años. Debo aclarar que es una inyección para menores de 5 años y personas de la tercera edad). Los pulmones se van haciendo porosos y pequeños. A mi edad, sólo el 70% de mis pulmones está intacto pero, esto va disminuyendo con el tiempo. Tengo tratamiento permanente y normalmente, según las estadísticas, nadie pasa de los 35 años de vida. 

Recuerdo ese día, 03 de octubre, estaba en shock y no pude dormir. Ni siquiera podía explicárselo a mi mamá. A nadie. Estaba lidiando con un enorme cóctel de medicamentos y la idea de que el estado de ánimo era parte del proceso: no podía deprimirme porque las defensas de mi cuerpo bajaban y tampoco podía emocionarme demasiado porque podría agitarme. Desde ese momento, pasé de un baja y sube... justo como lo escribí... Primero, una de las personas que más amé en este mundo murió de un ataque cardíaco y creo que lloré más de lo que he llorado en toda mi vida, golpe bajo de la vida, en medio de todo cúmulo de noticias malas que aún trataba de asimilar y la incertidumbre de vivir más allá de mis cincuenta años. Mientras intentaba sobrellevar la muerte de mi "mami" (era una de mis tías, fue como mi madre y yo la amaba muchísimo... Dios, no quiero llorar... Regresemos al tema) y sobre la idea de tener, en ese momento, veinticinco años de vida restantes para hacer lo que quisiera. Tenía que empezar a planear todo lo que quería hacer y que no hice antes por miedo/pereza/conformismo/orgullo. 

Empecé a reír más, algo que usualmente no hacía porque veía solo el lado oscuro de las cosas. Empecé a ser más agradecida, porque no sabía cuánto tiempo estaría con mi familia, mis amigos, mis mascotas, mis cosas (algo por lo que te esfuerzas demasiado), por mi tiempo a solas y por los días que empecé a vivir desde ese momento. Puse una meta: terminar la universidad, finalmente. Mi mamá no quería que viviera sola en una ciudad enorme e insegura, lejos de todo lo que conocía y... tuve que usar un arma que no quería pero que podría ser cierto: "mamá, realmente quiero hacer esto... podría ser lo último que haga en mi vida y al menos, lo quiero terminar antes de irme de este mundo". Dramático pero contundente. Así que con todos los miedos y apoyos a regañadientes, me mudé después de pasar el examen en el IPN ( Instituto politécnico Nacional en la Ciudad de México). Llevo tres años viviendo aquí y sigo en constante observación. Y seré honesta, el hecho de saber que puedo morir antes o después, no significa que seré la mejor persona y no voy a tratar de ser un "amor", seré quién soy con todos los defectos, mal genio, franqueza y virtudes adquiridas, como siempre, con otra perspectiva. 

Actualmente, tengo 28 años (casi 29) y hay días en los que siento que me siento muy bien y otros, en los que siento que se me va la vida en cada respiro. Estoy tratando de hacer lo mejor que puedo para sobrevivir más tiempo del que puedo y tener una vida normal. Aunque "normal" es una palabra que nunca ha cuadrado conmigo. Quiero tener un buen trabajo (principalmente, ayudar a los niños (sus derechos y protección) de este mundo. Sé que no los ayudaré a todos pero, aportar algo con los que sí logre un contacto), quiero encontrar a ESE hombre que será EL hombre de mi vida, quiero tener mi propia familia, quiero tener mi propia repostería y cuando me jubile, ayudar a perros y gatos en condiciones deplorables por personas irresponsables e inconscientes, darles una mejor vida. Después de mí, no sabré si mis hijos continúen con lo que yo pretendo hacer o logre hacer pero, voy a hacer mi mejor trabajo en dejar seres humanos responsables, tolerantes y empáticos con el mundo. 

Antes de irme, quiero hacer eso que no hice por miedo y dejar de perder mi tiempo en la zona de confort. Ruego porque encuentren una cura para todas las personas que padecen lo mismo que yo y que tengan una mejor condición de vida y espero, dejar una marca importante en esas personas que me conocieron, no por ego, sino porque realmente tuve algo bueno que decirles. 

Esta es mi enfermedad rara y no sé por qué me tuvo que tocar a mí pero ya estoy haciendo algo por no detener mi vida y vivirla lo mejor posible.   

viernes, febrero 23, 2018

"Unfriendly"

Llevo desvelándome 3 días, sin cerrar los ojos por nada del mundo. Como si hubiera recargado pilas estando despierta. Dando vueltas en la cama, imaginándome dormir tan plácidamente que nada podría despertarme y sin embargo, el sueño nunca llegó. 
Sobre mi insomnio pasó el amanecer y otro día más... Otra noche, mi cama y yo sin hacer las paces y sobretodo, mis verdaderos sentimientos hacia esas personas que ya hicieron daño en el pasado. 
Me volví menos tolerante, menos discreta y más directa. Suele doler el golpe de honestidad. Suele sorprender al que siempre lastima, que quién siempre ha callado, lastime ahora. 
Es ahora cuando puedo notar que gasto tanta energía en guardarme los pensamientos más sinceros, los gestos más fríos y las palabras más viscerales en aquel hoyo profundo, en el que todo se resguarda llamándolo "Diplomacia". 
Si, si tengo que hacerlo, seré hostil. Mejor eso a que se acerquen los que no debieron hacerlo nunca, los hipócritas. 

miércoles, febrero 14, 2018

San Valentín

San Valentín y yo, pensando en la despensa.
San Valentín y yo, viendo a los amorosos.
San Valentín y yo, con una taza de café.
San Valentín y yo, pensando "un día más".
San Valentín y yo, con examen de idioma.
San Valentín y los amores no correspondidos.
San Valentín y los memes llenos de burla.
San Valentín y la soledad se asoma.
San Valentín y no queda más que la apariencia.
San Valentín y los pleitos en pareja.
San Valentín y los confundidos frente a frente.
San Valentín y cae entre semana...
San Valentín y tu imagen se desvanece.

domingo, febrero 11, 2018

Relato. De repente...

De repente, se pasea por todos los rincones de mi mente.
Sin mucho que decir ni compartir, solo se mantiene. 
Como esa canción que nunca aburre pero no satisface, 
sigue en constante repetición, una y otra vez, no se detiene.

No me produce frío ni calor. No es aire ni sed. No me falta. 
Si lo veo, bien. Si no lo veo, también. Qué cómodo. 
Llegar a un punto de equilibrio, donde nadie se debe nada.
Donde parece que nada yace, nada es de uno u otro modo.

Replica el pasado, tal vez, si o tal vez no. Una posibilidad,
puede suceder y no funcionar pero puede hacerlo.
Puede no suceder y funcionar pero, nos faltaría voluntad.
Eso que no se dice puede no ser mucho o puede serlo.

Puede ser suficiente para los ojos, mucho para el ocio. 
Sigue en constante repetición y aun no se detiene.
No se detendrá jamás pero sigo esperando el retorno... 
De esa que fui pero ya no seré, de ser esa que aún viene.  


viernes, febrero 09, 2018

Ciclo Cerrado

Hoy, mi ex regresó para pedir una segunda oportunidad y yo dije: NO. No por maldad o venganza. Me sentí en paz y todo el odio que sentía se evaporó cuando lo vi. Lo escuchaba hablar, ya sea verdad o mentira su desventura, me daba tristeza su situación, porque si algo he aprendido es que a la gente hay que creerle todo a medias. 
Verlo llorar y pedir segundas oportunidades a casi un año de haber roto, que dijera que todo iba mal y que se sentía fuera de lugar, me hizo entender y saber que ya había pagado todo el daño que me hizo y el que intentó hacerme, terminó por torturarlo. 
Pero, también me hizo darme cuenta que ya no lo veía de la misma manera. No estaban en mí los sentimientos buenos ni los malos. En ese momento noté que había cerrado el ciclo y que puedo continuar con mi vida, de una manera pacífica. 

No más sentimientos de rencor

Honestamente, me he esforzado en la semana por tener una imagen más arreglada. Pongo tanto empeño en elegir bien la ropa, según mi humor. Juego con mi cabello para verme diferente, en resumen, peinada. Aún no encuentro la razón pero, estiro los minutos para que me dé tiempo de todo. Y lo he solucionado, concentrándome en lo que debo hacer y cómo debo hacerlo. 

En vez de quedarme dormida (lo cual debería de hacer porque he tenido dos noches de insomnio, seguidas) me levanto, tomo un baño; en lo que me visto, decido que voy a comer y luego me maquillo. 

Así que me preparo para el día que debe de ser, muchos elogios de parte de mis amistades (eso significa que lo estoy haciendo bien porque me siento bien con lo que estoy haciendo por mi)  y de repente... ¡Oh, sorpresa!... La novia de mi ex, me ve y pone mala cara... (porque me encanta el drama jaja) camino a su lado con paso seguro y podrían haber sentido la tensión en ese pequeño espacio entre nosotras. 

Seré honesta, hablar de mi ex y todo lo que con eso conlleva, ya me ha dejado vacía de rencores y... Si eres feliz o estás satisfecha con lo que estás haciendo de tu vida para alcanzar esa felicidad, solo déjalo ir. Aún no puedo entender qué le duele tanto que hasta aborrece a mis amigos. Ella fue quién hizo el daño. Ella fue quién decidió verse en esa situación. 

Así que sus miradas, gestos, caras y demás... Los puede tomar de vuelta y metérselos en donde mejor le quepan. PORQUE YA NO HABRÁ MANERA DE QUEBRANTAR MI PAZ. Fin


miércoles, febrero 07, 2018

Pues, hoy...

Pues, hoy...
Hoy no tengo nada que compartirles más que mandarles saluditos. Buena semana y fin de...


¡Saludos!


domingo, febrero 04, 2018

Relato: El Necio

Llevo prisa, tantos edificios por subir y bajar. En cada pasillo siempre hay alguien a quien saludar y letreros que re-leer. Esta vez me tocó sentarme en una banca; mientras juego con uno de los tantos amigos que tengo, aunque sea amigo de juegos. Reímos, nos retamos y nos burlamos de nosotros mismos.
Mi ex pasa una primera vez frente a la banca. Pensé: "Aquí vamos otra vez". Volteo a la derecha y ahí está. Volteo a la izquierda y si no está, de repente acelera el paso. Volteo hacia atrás y continúa visible... Y si eso no le basta, intenta relacionarse con mis amigas más cercanas. Según lo que ella dice, le pide perdón por todo lo que pasó conmigo, sabe que lo "odiamos" (¿Qué? Yo me siento en paz), que fue un idiota y nunca entendió qué hizo mal... ("fue", no sé, aún no se ha muerto y todavía se pregunta qué hizo mal).
Le pregunta por mí (nada que le importe), que supo que me encontraba mal de salud en diciembre y que siempre me manda mensajes que nunca respondo (¿Para qué gastar energías en mandar un mensaje que nunca tendrá respuesta? Vaya usted a saber). Mi amiga le pregunta si continúa con la niña de la anterior discordia y responde que sí, que no le va tan mal ni tan bien. Entonces, no va mal y no va bien, solo va. 
Yo, por mi parte, andaba buscando a otra persona, la encontré y lo vi tres veces. Estoy segura de que no me vio. Unas veces soy el gato y otras, el ratón. 
Pasa la tarde, la última clase de mi nueva rutina y me encuentro al ex en el pasillo, con su novia... Me voltea a ver y solo puedo observar en cámara lenta, el cachimbazo que ella le da en el brazo (muy merecido). Entro a mi salón y mi primer logro es haber elegido bien a mis maestros y el segundo, haber visto a aquella persona, tres veces. Lo demás se difumina...