lunes, abril 30, 2018

Gala

En la vida se presentan muchos casos de obstáculos que parecieran llegar en cadena, un paso más y es uno más alto y consecutivamente. También es muy fácil llegar al punto de derrota, ese que silenciosamente nos va apagando conforme pasa el tiempo, las resoluciones no se ven "redituables" y la esperanza muere. Y de esto se trata, de caer y volver a levantarse, de no poder una vez e intentarlo de nuevo, de topar con pared y buscar la salida, tocar el fondo y alcanzar la superficie. Todo suena lógico, fácil y certero. Cuando le toca a una misma o a uno mismo, el panorama cambia por completo, una cae a pedazos y se queda regada en el suelo, levantarse es cuestión de pleito con la gravedad y mantener una actitud positiva parece situación de buscar una cura contra el cáncer. 
Durante la depresión, no hay cura que me levante de la cama, no hay sonrisa que no lleve al llanto ni pensamiento al vacío. Debo decirlo muchas veces, hasta que me canse de hacerlo. Debo repetirme una infinidad de veces que esto es un paso más hacia otra etapa, un cambio, un nuevo destino y la perspectiva que va hacia adelante. El mundo se mueve hacia adelante y uno no puede quedarse varado en el pasado, en los problemas, en los miedos y fallas. 
Parece sencillo decirlo pero, ¿nunca han visto hacia atrás para ver hasta dónde han logrado avanzar? Todo lo que costó y todo lo que soñé por llegar a mi presente. Y agradezco a esas personas que ponen su grano de arena por hacerme caer, porque son el reflejo de los demonios que cargo en el alma, esos que me impiden continuar porque no me dejan ver al frente. Esas personas que vienen con sus palabras, deseos y gestos, son el reflejo del daño que yo me hago al reflejarme así. Es tan simple, que si los dejas de ver, no habrá más daño que puedan hacerme. 
A eso se resume, cuando cada noche inundada en pensamientos se forma entre las sombras la imagen de un rostro al acecho, buscando contacto visual para que pueda perderme entre sus enredaderas y mi mejor remedio ha sido un vigilante nocturno que me invoca el sueño sin doble duda. Se queda cerca, entre nuestro mundo y el de los muertos, diosa egipcia y compañera leal. 

domingo, abril 22, 2018

Tiempo

Tic tac, tic tac...

la ironía de una persona desesperada. De alguien quien no tiene paciencia y menos, tiempo... Tiempo. Transcurre a su paso, depende de la urgencia se puede mover muy lento o muy rápido. La mayoría de las personas se pasan viendo las manecillas del reloj, planeando, contando y corriendo. Siempre. Siempre en contra del reloj. 
Se mueve, tan lento y tan fuerte. A paso asegurado. Nadie le quita la batería o deja de verlo. 
Él es el que manda, decide a qué hora se esconde el sol y aparece la luna. Tan larga la noche cuando nos invade el insomnio y tan cortas las horas cuando llega el sueño. Tan largo el día cuando estamos fuera de casa y tan corto cuando estamos lejos de nuestro destino. Se llega antes o se llega tarde. 
Tiempo, tan lento para curar heridas y tan corto para resolver problemas. 
Tiene dos caras, arma de doble filo. Arma insolente, te va quitando los días y te entrega marcas. 
Marcas en la cara, en las manos y en la fuerza. Marcas en el alma, la memoria y el reflejo. Destino absoluto, no importa el camino, todos tenemos un fin. 

viernes, abril 20, 2018

1:36 A.M.

Entre más envejezco, más entiendo la vida y más aprendo. 
Me veo entre la juventud y la vejez, en un punto medio donde se cruzan sin querer. Las ideas de ahora con las ideas que yo viví y las ideas de generaciones que llegaron antes que yo y las que vendrán después de mí. 
Pero, los miedos siguen siendo los mismos. Hay algo que no supera nunca ni la moda, ni la tecnología, ni la ciencia... Podemos verlo como un estado de locura, de pendejez, de inocencia y de pureza: el amor. Podemos hablar de él por la experiencia y nunca sabremos qué es. ¿Es un arte? ¿es un dios... o podría ser el mismo Dios? 
Cuando hablamos de amor, hablamos más de las personas que de la acción, de los fracasos más que las alegrías y siempre le cantamos porque podría ser lo más cercano a describirlo. Le dedicamos botellas enteras de alcohol para olvidarlo, aún despertando con resaca y con las ideas más estropeadas, seguimos sin conocerlo. 
Es tan bonita la idea de una vez encontrarlo y no volver a sufrir pero, es tan largo el proceso de volver a ser uno mismo que cuando aparece de nuevo, cerramos las puertas, las ventanas y hasta las coladeras. 
Así que, a ciencia cierta no sabemos lo que es, no entendemos cómo funciona y tampoco cuánto dura. Porque mientras no cueste trabajo, es más fácil permanecer. 

jueves, abril 12, 2018

Amor en tiempos de soledad.

No sé si es el mejor título de esta entrada pero, se lee como título de mezcolanza al todo estilo García Márquez. En fin, no escribí el final de la cita a ciegas por vía Tinder. Finalmente, nunca se dio, no es mi modo de "socializar" para conseguir una relación. Fin.

He estado reflexionando seriamente sobre las relaciones amorosas, últimamente. Me queda claro que nadie quiere compromisos. Ni hablar de futuro, "vivamos el ahora porque mañana no sabemos". Entonces, ¿Si el amor de uno acaba, el del otro está obligado a perecer, por lo pronto? ¿Desde cuándo se decide si muere? O peor aún, ¿Es tan difícil sobreponerse de una relación que de inmediato se necesita de otra? ¿Es tan duro el silencio y eterna la soledad como para no poder estar solo? Tratamos de escapar de lo que nos duele pero, al menos intentamos recuperarnos sin necesidad de tener a alguien a nuestro lado ¿? 

Tan necesario es, sufrir de alguna manera, no porque nos guste la mala vida pero, nadie aprende de las experiencias felices. Las lecciones, se supone, vienen de las peores vivencias, esas que te moldean el carácter y la perspectiva de lo que es vivir. Pero, no veo personas que sean libres con su sexualidad, veo personas que solo quieren sexo sin compromiso porque es más fácil entregar el cuerpo que el alma. ¿Qué vacío tratamos de llenar? 

Independiente del género que tengamos, podemos amanecer en la cama de alguien sin saber absolutamente nada relevante de esas personas. ¿Y cuándo pasa lo inevitable? Cuando los sentimientos aparecen, solo reprimimos eso ¿y ya? No lo sé. Es una manera de pensar muy "moderna", todos disfrutamos del "amor" porque eso es lo que hacemos "el amor", ni siquiera sabemos si nos quedó entendido el concepto. 

Más personas deciden quedarse solas, porque nadie quiere nada estable, nadie quiere problemas, nadie quiere ataduras, nadie quiere compartir, nadie quiere nada pero desea tenerlo todo sin nada que entregar a cambio. 



domingo, abril 01, 2018

Advertencia

Siguiendo los consejos de amigos cercanos sobre seguir en la app de citas...

Querido cortejador que solo busca un rato de diversión y pasión desenfrenada:

Me gusta su sinceridad, de dejar los puntos claros sobre lo que busca y de la injusta travesía en el amor que ha llevado a lo largo de sus años, millenials, por supuesto. De dejar en claro que no le interesa una relación que nos comprometa a un futuro prometedor, si es que se puede obtener.
Debo ser honesta también, es mi primera vez en este tipo de asuntos y pensándolo bien, considero que no es una mala propuesta. Al contrario, ya que estamos en una "nueva sociedad" en donde la mujer tiene más libertad de hacer un comino con su cuerpo, le he dicho ¿por qué no? Pero... le aclaro que, ya puestas las cartas sobre la mesa, usted no pasará de algo más. Simple, tengo esa mala costumbre de hacerme ideas sobre las personas, no de las malas (bueno, dependiendo, ya sea con acciones o palabras. Todo el mundo se pone una corona o la soga al cuello), le aclaro que si me ha dicho que no quiere nada serio, en eso se quedará, en un acompañante de la noche y jueguito a ratos que en algún momento dejará de ser divertido. 
Y no es que yo sea la última coca- cola del desierto pero, los hombres que he conocido siempre regresan a mí. Puede que por el trato que llevamos, usted sea la excepción pero, es posible que no. Si me pregunta por qué regresan, la verdad no lo sé, supongo que es porque algo hice bien o es una mala costumbre masculina. 
De ahí en fuera, usted puede hacer conmigo lo que quiera en un acuerdo mutuo de placer, con esta costumbre tan tajante de no entregarle más de mi. 

Con sinceridad, 
Ale