domingo, noviembre 26, 2017

Hastío

He pasado meses sin escribir nada y la verdad, ha sido más pereza por todas las cosas a mi alrededor y estoy llegando a un punto en el que no me siento sana espiritual, ni emocional y mucho menos mentalmente. Llego a pesar que pronto seré una persona muy dañina con los demás y en vez de ser de ayuda, seré una lanza lista para atacar a cualquiera. 
No quiero lastimar a nadie por estar harta de escuchar más problemas que esperanzas. He pensado y siento que quiero ser la protagonista de todo. Que las cosas buenas que le pasan a los demás no se las merecen y que no debo confiar en nadie. Que ya no soy soporte y que estoy cansada de lidiar con todo lo que me cuentan todos.
Siento que ya no soy de confianza y me siento como una víbora, esperando algún error ajeno para criticarlo y juzgarlo. 
No quiero sentirme de esta manera porque no soy así y no es que sea una santa. pero tengo valores que temo, voy perdiendo por la gente, el ambiente, por la desconfianza y porque llegué a mi límite. Estoy más a la defensiva.
Estoy tratando de ayudar a personas que no están listas para tomar decisiones en sus propias vidas y lo peor, es que no entiendo que no debo presionarlos. Tengo estos sentimientos de querer decirles qué hacer y eso no está dentro del cúmulo de cosas que una amiga debe hacer. No es mi decisión. Puedo dar un consejo, puedo tener razón y a la vez, no. 
No he dado tiempo de lidiar conmigo por estar pendiente de otros. Me convierto en una sombra de quién llegué a ser cuando vine a esta ciudad y no quiero que me devore. 
No quiero tener la misma actitud de hastío, conformidad y mucho menos ser arrogante. 
No quiero caer en depresión y pretender que todo está bien. No quiero evadirme y perderme en cosas que no valen la pena. Si sigo a la manada, seré una más que perdió el camino y no sabré regresar. 
Si me hundo en ese fango sin saber quién soy, ya no podré regresar.