miércoles, marzo 28, 2018

Citas por App

Mi familia vino de vacaciones a la CDMX, así que hemos estado compartiendo mucho tiempo juntas. Parte de ese intercambio familiar ha sido la discusión sobre mi soltería... Quebraron mi corazón como chicharrón... Así que me recomendaron usar Tinder, una app que considero conocida (Sí, la conocía de antes, porque yo andaba descargándola en el teléfono de otros pero nunca para mí, jajaja) entonces, accedí a abrir mi propia cuenta. 
Una de las cuestiones es que no estoy dispuesta a pagar por tener citas a ciegas. Una foto no dice mucho de las personas... ¡y qué personas me he encontrado! 
Debo decir que hay hombres con un gran sentido del humor y también un autoestima envidiable. 
Muchas opciones por conocer pero, no considero que sea lo mío. Digo, si hay buenas oportunidades pero, no es la manera que yo usaría para tener una relación. Sé de relaciones que han funcionado gracias a eso y llevan años gracias a internet/redes sociales, pero no siento que sea lo mío. 
He pensado más en Tinder como una opción para encontrar algo casual. Hacer amigos, posiblemente. Luego pienso: no soy la persona más parlanchina que podrían conocer. Ni siquiera hablo mucho en persona, a menos que esté muy nerviosa y por evitar los silencios incómodos con personas que no tengo confianza, saco a plática hasta lo que comí en una semana. O en caso contrario, es que tengo mucha confianza con esa persona. 
Para personas tan tímidas como yo, eso no está funcionando y la interacción con hombres es muy extraña. Yo soy extraña. No es como que me vaya a reír por cada cosa que diga o seguirle el juego cuando intenta ponerse lujurioso vía mensajes. Si pudieran ver mi rostro, me bloquearían ( por lo confundida o por inexpresiva, cualquiera funcionaría).
Así que, de vuelta a mi despreciable (para la familia) y adorada (mejor que mal acompañada, aunque abierta a una posibilidad al modo de antaño) soltería. 

domingo, marzo 25, 2018

A kilómetros

Creí que cuando te volviera a ver me dolería hasta los huesos. Que con cada alegría tuya sería una lágrima mía. Que cada paso que dieras sería uno más lejano a mí... 
Y en efecto, diste tantos pasos y manejaste la lejanía de tal modo, que cuando quisiste regresar, yo solo sentía afecto por ti. Todo lo que nos había pasado formaban una presente nostalgia pero una realidad fría de que ya no nos conocíamos más. 
Entendí que esos 10 años de conocernos, de haber escrito historias en los días y haber llorado cada distancia entre nosotros... Ya no nos pertenecíamos más.
Ahora que ya diste muchos pasos importantes alejados de mí, que te veo sonreír y ser feliz, por primera vez en 10 años, puedo decir que me da gusto verte sosteniendo a tu futuro entre tus brazos. 
Después de 10 años, no hay más que verdad en estas palabras. En que entre tu y yo habrá un lazo infinito escrito en un pasado común. Que serás importante aunque no nos volvamos a encontrar. Que podría agradecerte por esa historia tan fugaz y que tal vez por ti, he sido capaz de abandonar con honestidad a aquellos amores que no han llegado para embellecerme la vida, sino, para trasladar sus miedos entre mis ilusiones. 
Ahora que estamos a kilómetros, tu feliz a tu modo y yo al mío, que puedo verte aún en la distancia, jamás tendré ningún reproche y tampoco, nada que ofrecerte que sea mejor de lo que tienes. Porque el amor que me guardo ahora ya tiene otro camino trazado, otra oportunidad de entrelazar mis dedos y futuras noches de compartir historias que se enfocan en mi presente y en esta ciudad. 
Y espero que cuando me veas alejarme del punto de partida, tu seas feliz por mi, así como me siento dichosa, en silencio, de verte caminar hacia donde no estoy. 
Hasta siempre, primera eternidad de mi juventud. 

jueves, marzo 22, 2018

Pensando...

Tantas cosas pasando por mi mente y me he dado cuenta que muchas veces, las decisiones que tomo son más independientes de todo y de todos. Hablando de decisiones importantes. Es ahí donde se encuentra la autonomía, esa que tanto me ha costado obtener y que apenas reconozco. 
Me nace desde lo más profundo y con una extraña necesidad imperante, sólo puedo corresponderla. Ignoro al que atenta contra ella y sin más, continúo dejándome llevar. 
No diré que soy una líder pero puedo tomar un camino pensando en lo que quiero con todo mi ser y ese plan no tan estructurado de un futuro tan incierto. Supongo, es parte de crecer... 

domingo, marzo 18, 2018

Encierro y Libertad

Alma que recorre los días sin destino. Así son los muertos en vida, aquellos que perdieron la esperanza de mejorar las cosas. De mejorar su suerte. Destino que parece borroso, no sabe a dónde ir y no sabe si regresará. 
El tiempo parece un enemigo lejano y el desacierto, una constante. Uno tras otro, uno mal...  uno peor. Debería apresurar al tiempo o pedirle más tiempo prestado. Lo que parezca factible. Lo que no venda el alma al diablo. Lo que no arriesgue demasiado...
Lágrimas, lágrimas a la derecha, izquierda, de frente y atrás. Me llueven. Me brotan. Se sufre por dentro y se sonríe por fuera. Me sigue preguntando si algún día mejoraremos... Si tengo esperanza, si parezco optimista. Me acompaña y me recuerda que nunca se marchará. 
Lloro por ellos, por mí, el tiempo y el desacierto. Me abruma, me enoja y me desnuda. El frío no entra por la ventana, sale de mis huesos. Estoy masticando el polvo, me pisa el rostro y ni siquiera imagino levantarme.
 Me critica el aire, me enfría el oído diciéndome que debería marcharme ya. Es un demonio que danza de hombro en hombro, me ofrece su mano y me invita a levitar. Nadie le escucha, sólo yo. Sólo yo tengo la suerte de imaginar demonios en mi cabeza invitándome a abandonarlo todo. 
Me abraza el agua, me sostiene y es aquí donde debo permanecer. Hay un secreto en el agua que no me dejaría partir. Hay un dilema en el agua que aplaca el polvo y reprime al aire. Hay una historia que apaga el fuego de todo aquello en lo que no he decidido rendirme. 

Hay desacierto, hay neblina y aún así me permito caminar entre demonios, desgracia y veneno. Quién podría matar a alguien que ya está no tiene nada que perder...  

viernes, marzo 16, 2018

Monólogo

No sé si lo entiendas... Es como estar vacía por dentro. Sabes que no es bueno pero no estás llorando. Supones que eso es bueno porque podrías tener otro escenario, podrías llorar todo el día pero, no.
Podrías estar de mal humor y tratar mal a todos pero, no.
Podrías quedarte callada pero estás hablando y se supone es bueno, parece que nadie lo nota... Nadie te nota diferente, entonces no pasa nada.
Pero, no conecto con la gente, ni conmigo. Eso es lo malo.
Yo no me enojo porque me pregunten cómo estoy, es que lo evado. Es como "bien" pero, en realidad no detengo a pensar si estoy realmente bien. Es que no sé cómo estoy.
Si, es como estar en piloto automático. Ya sabes qué hacer porque lo has hecho antes, cualquier imprevisto... Fácil, dices que no puedes hacerlo. Seguro más adelante sale una solución pero, realmente no te importa si la tiene.

martes, marzo 13, 2018

Angustia

De alguna manera, la vida se propone ponernos pruebas que parecen imposibles de superar. Como si todo confabulara perfecto para que el día vaya de mal en peor. Pero, lo que no puedo aceptar y me niego a creer es, que a todas las malditas horas de la noche, tenga un pinche sentimiento distinto y muchas dudas... 

Hoy le dedicamos la noche a la angustia, se deben preguntar por qué. Tal vez, no. He existido en este mundo por más de 28 años y parecer ser que los votos de fortaleza se renuevan cada tanto, sin aviso, sin motivos. Es por eso que mi visión de la libertad ha cambiado ¿Estoy avanzando hacia adelante? Al menos, ¿estoy avanzando?

Y tengo este sentimiento llenándome el pecho... Rondándome en los ojos y sacudiendo mi alma. 

martes, marzo 06, 2018

No sería yo...

A veces me siento perdida y es cuando no escucho mi propia voz. No puedo. Quisiera poder expresar todo eso que siento pero las palabras no me alcanzan o no hay alguna que dé la talla. Así que me desconecto de lo que siento, pienso y quiero porque no sé a dónde ir....

¿Cómo muevo todo eso, esas piezas de mi, si no sé a dónde debo llevarlas?

Se siente como si tratara de escalar entre castillos de arena, sólo se desmoronan y yo sigo en el mismo sitio. Se siente más como un lugar pantanoso, todavía no he decidido moverme pero ya empecé a hundirme.

Viví todo este lunes pensando sin hacerlo. Caminando sin desearlo. Respirando y lamentando. ¿Cómo ser fuerte si cada vez es más difícil? ¿Cómo pretender que estoy bien y que puedo ver hacia adelante si cada vez que doy un paso, ese fantasma me persigue? Me abraza y se funde entre mis costillas. Me envenena y me ahoga, se esmera en castigarme. Cada palabra resuena en mi pecho y hace eco de ellas dentro de mi pecho. Me dice y se burla "para siempre, siempre" y he llegado a pensar que ya me he vuelto ella. Me orilla a vivir con recato y el camino lo hace pedregoso... Me mira por dentro y sonríe porque estoy cediendo y yo estoy dispuesta a pensar que puedo hacerle frente una vez más.

Me tritura el pecho, de tiempo a tiempo. Me consume el aire y me desvanezco. Se mete entre mis sueños y me deja varada en la cama viendo al techo. Le agrada verme desviar la mirada cuando doblegan mis brazos y se arrulla en mis miedos, observando mis dedos y taladrando sin cese a aquello que aún no tiene dueño.

No sería yo si levanto la mirada. No sería yo a la que vuelvas a ver.